Los 24 buques que componen la flota marisquera española que faena al amparo del acuerdo euro-mauritano se han visto "obligados" a renunciar a la renovación de sus licencias a partir del 1 de julio ante el endurecimiento de las medidas técnicas acordadas en el convenio "de forma unilateral" por parte de las autoridades pesqueras de Mauritania.

Las autoridades mauritanas han comunicado su intención de prohibir el uso de la cadena quisquillera
 
MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS).- Según informó la Confederación Española de Pesca (Cepesca), las autoridades mauritanas han comunicado su intención de prohibir el uso de la cadena quisquillera, un accesorio del aparejo necesario para la flota de arrastre dedicada a la gamba y al langostino.
 
El presidente de la Asociación Nacional de Armadores de Buques de Pesca Congeladores de Marisco (Anamar), Ángel Muriel, denuncia que esta prohibición es contraria al acuerdo de mantener el uso de este accesorio del aparejo hasta que el comité científico conjunto UE-Republica Independiente de Mauritania evalúe su impacto.
 
Según detalla, esta prohibición haría disminuir un 20% y un 40% las capturas de gamba y langostino, respectivamente, y duplicaría la cantidad de descartes en cada lance.
 
La flota marisquera ha pedido al Gobierno español y a la Junta de Andalucía que traslade a Bruselas la necesidad de resolver este conflicto, ya que de lo contrario, a partir del 1 de julio, 24 buques quedarán parados y con ellos los 384 tripulantes que llevan a bordo y los 1.920 empleos indirectos que genera esta flota en Andalucía, fundamentalmente en Huelva, y en Galicia.
 
"De mantenerse la situación, esta flota se vería abocada al desguace, por lo que el sector marisquero pide que se prevean ayudas económicas y sociales para paliar el impacto de la desaparición de este segmento", advirtieron.
 
En opinión de Muriel, este endurecimiento de las medidas técnicas llevado a cabo por Mauritania obedece a una estrategia de presión de cara a la renegociación del acuerdo pesquero con la Unión Europea previsto para el año que viene, ya que "ni en la FAO ni en la Unión Europea se ha cuestionado el uso de la cadena quisquillera, que sólo está prohibida en Mauritania y Madagascar".
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