Las playas de Marbella pierden arena a la velocidad que su concejal pierde la paciencia. Los temporales de lluvias y viento arrastran anualmente hacia el mar a alrededor de 200.000 metros cúbicos. La solución definitiva son los espigones o diques sumergidos, defiende el edil Antonio Espada. Pero tardarán en formar parte del paisaje marítimo de la ciudad. Su construcción podría retrasarse, al menos, seis años, se quejó.

Una concesionaria, contratada por Medio Ambiente, estudia en la actualidad el litoral de la ciudad
 
LA OPINION DE MALAGA, 25 Abr. (Málaga).- La oficina de Demarcación de Costas, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, decidió estudiar el litoral local en 2009. Encargó dos trabajos: uno específico sobre Marbella y otro, sobre San Pedro Alcántara. Ambos deberán determinar el método más eficaz para acabar con este problema sin dañar los ecosistemas.
 
Medio Ambiente tardó nueve meses en adjudicar el primer informe a la sociedad limitada Infraestructura y Ecología por algo más de 137.000 euros. Un análisis concreto del tramo costero comprendido entre el puerto de La Bajadilla y Nagüelles. Hasta 2012, no estará concluido.
 
Urgencia
 
La intervención similar, planeada para San Pedro, ha salido publicada. Pero aún no está adjudicada. «Otros dos años como mínimo tardará», calculó el concejal de Playas y Medio Ambiente. Y estos estudios no son más que el pistoletazo de salida. Después habrá que elaborar, si así se determina, el proyecto de construcción de los diques o espigones.
 
«La situación es dramática y Marbella no tiene otra industria que no sea su playa. No puede esperar más», advirtió Espada. Pero la falta de recursos económicos de las administraciones públicas demora la actuación. «Yo me conformo con que, al menos, dediquen el dinero que se gastan en reponer la arena en construir 200 metros de espigón», añadió.
 
Esta Semana Santa, las playas de la ciudad no lucen como estaba previsto. «El viento de levante se ha llevado la arena que habíamos repartido hace apenas unos días», insistió el concejal. Las playas del centro de Marbella son las que en peor situación se encuentran. «Se salvan las de Las Chapas, las de El Cable y la de La Venus. Son las que están mejor», señaló.
 
Los ecologistas advierten del riesgo
 
El concejal de Playas, Antonio Espada, está convencido de que la construcción de determinados tramos de diques sumergidos paralelos a la línea de la costa permitiría frenar la fuerza de las olas y, con ello, retener la arena en la playa.
 
El colectivo ecologista plantea sus dudas ante esta medida. En concreto, uno de sus representantes más destacados, Javier De Luis, cree que el estudio previo a la construcción de los diques sumergidos debe ser muy exhaustivo para no perjudicar el estado natural de las playas de la localidad.
 
«La reducción de los niveles de aportación de los ríos y la construcción encima de las playas suponen un importante déficit tanto en el aporte como en el mantenimiento natural de las playas», advirtió.
 
Asimismo, opina que también resultaría contraproducente para las playas marbellíes ampliar los puertos deportivos de la localidad, tal y como está planteado. El primero y próximo será el de La Bajadilla, cuya adjudicación está pendiente de la resolución del concurso público ya cerrado.
 
El estudio sobre el litoral marbellí debe tener muy en cuenta la construcción y ampliación de los puertos deportivos, reivindican los ecologistas. Todos estos aspectos influyen considerablemente en el movimiento de arena.
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