«No podemos correr el riesgo de poner en peligro toda la actividad turística por unas cuantas toneladas de petróleo». Así de claro fue el empresario ibicenco y presidente de la Mesa del Turismo, Abel Matutes, durante su comparecencia ante la Comisión de Industria, Turismo y Comercio del Congreso de los Diputados. Matutes se mostró «totalmente en contra» de las prospecciones autorizadas por el Gobierno en el canal del Mediterráneo entre la costa levantina y Ibiza. «No puede ser que haya prospecciones a tres kilómetros de l´Albufera o a pocas millas de sa Conillera o Ibiza porque corremos el riesgo de castrar toda la actividad económica de la zona y matar el Mediterráneo occidental», declaró en respuesta a una pregunta del diputado ibicenco del PP Enrique Fajarnés.

El presidente de la Mesa del Turismo asegura en una comparecencia en la Comisión de Turismo que la contaminación del mar se producirá «simplemente con que se lleven a cabo las perforaciones»
 
DIARIO DE IBIZA, 13 Abr. (Ibiza).- Matutes dijo hablar «desde al experiencia»: «Tengo hoteles en el Golfo de México y allí el mar ya es irrecuperable, como en el Mar Báltico, donde con veinte centímetros de profundidad ya no se ve el fondo. Esto no puede pasar en el Mediterráneo». El empresario explicó a los diputados que la contaminación se producirá «simplemente con que se lleven a cabo las perforaciones sin necesidad de que haya ningún vertido o escape». Situación similar se vive «en Gibraltar, donde las prospecciones harán que el mar acabe muerto». Por todo ello calificó de «un gran fallo» la autorización del ejecutivo central para el estudio de las prospecciones.
 
El que fuera ministro de Asuntos Exteriores durante el primer Gobierno de José María Aznar aseguró haber «hablado de este tema con el ministro» (Miguel Sebastián): «Me aseguró que esta es solo una primera fase de estudio y que las prospecciones solo se harían en una segunda fase para la que todavía quedaría bastante tiempo y que no se puede perforar sin el consiguiente estudio de impacto ambiental, que debe certificar las garantías de que esas explotaciones son compatibles con el medio ambiente… No podemos llegar a esta segunda fase –incidió Matutes–. Porque, como digo, se pondría en riesgo toda nuestra actividad turística». «Espero que las prospecciones no se produzcan nunca porque si es así toda la economía del Levante y el Mediterráneo occidental quedaría castrada», sentenció.
 
«Gran pacto sobre el turismo»
 
Por ello, recomendó incluir el rechazo a las prospecciones dentro del pacto estatal para el turismo litoral porque «no se trata de una cuestión electoral sino de preservar el turismo como actividad esencial para el crecimiento económico».
 
Matutes habló de la necesidad de un «gran pacto de Estado global sobre el turismo», a la que calificó de «nuestra primera industria», no en vano supone el 12% del empleo directo del país y el 11% del PIB, y la única de las actividades que tiraban de la economía española, «junto al sector inmobiliario y el consumo interno», que sigue en pie tras la crisis.
 
El empresario afirmó que todo lo que sea «bueno» para el turismo es bueno para España porque sin la recuperación del sector turístico será imposible salir de la crisis: «Y el turismo será, si se hacen las reformas necesarias, el que tire de la demanda».
 
Entre esas reformas enumeró, por ejemplo, la necesidad de «aplicar al sector del turismo un tipo de IVA súper reducido (el 4%), que sería fundamental para el sector; armonizar la legislación porque no puede ser que haya diecisiete legislaciones diferentes en España o 10.000 disposiciones medioambientales». Matutes solicitó igualmente que la Ley de Costas permita «arreglar y reconvertir zonas ya estropeadas para dotarlas de futuro. Está claro que hay que preservar las zonas vírgenes, pero hay que dar facilidades para invertir, para que la iniciativa privada invierta, y así lograr arreglar aquellas zonas ya estropeadas».
 
Hablando de reconversión, Abel Matutes puso sobre la mesa la necesidad de «reinventar» el turismo de sol y playa: «Tenemos una durísima competencia de nuestros vecinos emergentes contra los que no podemos competir en precios y, aunque ahora la coyuntura de nuestros vecinos del sur nos esté ayudando esto no va a durar mucho tiempo y tenemos que aprovechar la coyuntura favorable para hacer las reformas estructurales necesarias».
 

Así, habló de «potenciar» el turismo de golf, los puertos deportivos, el turismo de convenciones y congresos: «Para que nuestros hoteles están llenos todo el año». El presidente de la Mesa del Turismo considera que los destinos españoles deben tomar como referencia lo hecho por los principales destinos de la Costa Azul francesa, Cannes y Niza, en los años 60 y 70, cuando España emergió como potencia turística, y tuvieron que reconvertirse «hacia el turismo del lujo», por ejemplo, «hasta conseguir volver a llenar sus hoteles todo el año. España puede y debe ser la referencia de cómo reinventarse en clave turística sostenible», sentenció para finalizar

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