Investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO), gracias a la instalación de colectores artificiales, están estudiando un proceso clave del ciclo vital de la langosta roja (Palinurus elephas): el momento de transición entre la fase larvaria de dispersión en la columna de agua y el traslado a la vida en los fondos rocosos.

En el marco del proyecto LANBAL cuyo objetivo es hacer compatible la conservación y la explotación de la especie
 
IEO. Palma de Mallorca, 7 Abr. El 6 de abril investigadores y técnicos del Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía (IEO), la Dirección General de Pesca del Gobierno Balear, la Secretaría General del Mar y de la reserva marina de Cala Rajada terminaron con éxito la instalación de tres estaciones de colectores artificiales para estudiar el asentamiento de las fases juveniles de la langosta (Palinurus elephas), en la zona norte de la isla de Mallorca.
 
Gracias a estos colectores los investigadores podrán cuantificar la dinámica del proceso de asentamiento de la langosta, fase de transición entre el último estadio larvario (filosoma) y el primer estadio bentónico (post-puérulus). Este es el primer paso para obtener una serie temporal que permita en un futuro realizar estimas de predicción del reclutamiento de la especie en la pesquería comercial, y así asesorar de una forma más eficiente a las autoridades encargadas de regular este preciado recurso marino.
 
Durante seis días, a bordo del buque oceanográfico Odón de Buen, los investigadores han colocado 42 nuevos colectores que, sumados a los instalados en años precedentes, hacen un total de 78 colectores, distribuidos por el litoral de la isla de Mallorca.
 
Cada colector consiste en una base de cemento de más de 50 kilos de peso que soporta tres módulos colectores formados por estructuras cerámicas que presentan agujeros de varios diámetros que ofrecen los refugios adecuados a los primeros estadios bentónicos de la langosta (la llamada fase post-puérulus).
 
Este año, por primera vez, 12 de los colectores se han instalado a una profundidad de 60-70 metros, con lo que se pretende determinar si la langosta es capaz de asentarse a tanta profundidad. Una teoría que barajan los científicos y que nunca se ha podido confirmar. Los colectores volverán a visitarse con frecuencia bimensual a partir del mes de junio, época en la que se inicia el asentamiento de la langosta y ya se obtendrán las primeras cuantificaciones de este proceso a partir de los módulos artificiales.
La campaña oceanográfica se enmarca dentro del proyecto de investigación “Estudio integral de la langosta (Palinurus elephas) de las Islas Baleares para el diseño de un sistema de gestión pesquera sostenible”, (de acrónimo LANBAL), fruto de un convenio de colaboración entre la Conselleria de Presidència del Govern de les Illes Balears y el COB-IEO, y que tendrá una duración de tres años.
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