Con 365 metros de eslora, 66 metros de manga, 23 metros de calado y una impresionante capacidad de carga hacen del buque Valemax uno de los más importantes del mundo en su sector, el del transporte de mineral de hierro. Muchos de sus componentes, además, se fabrican en Galicia con la mejor tecnología disponible por la industria naval.

El fabricante de maquinaria naval Ibercisa participó desde el inicio en la construcción de este buque
 
XORNAL, 26 Mar. (Vigo).- En concreto, el primer buque Valemax fue construido en China por encargo de la compañía brasileña Vale do Río Doce, la segunda empresa del mundo, que espera ya otras 15 unidades de estos buques, con una superficie equivalente a tres campos de fútbol.
 
Aunque la construcción de esta quincena de embarcaciones se está llevando a cabo en China y Corea del Sur, parte de la maquinaria y los componentes proceden de Ibercisa, líder en el sector naval gallego. En concreto, para poder atracar estos buques de grandes dimensiones, la firma brasileña tuvo que construir un muelle especial, el Pier IV, en Ponta da Madeira, en Brasil, con unas condiciones especiales para dar cabida a embarcaciones de un tamaño tan amplio.
 
En esta infraestructura entre Ibercisa, que se encargó de la elaboración y el diseño de los componentes y que, actualmente, está ya en fase final en la lista para fabricar los sistemas y equipos de amarre del muelle. Además, la empresa brasileña estudia ya la construcción de un quinto muelle que podría reportar más empleo a Ibercisa.
 
En concreto, el muelle cuenta con sistemas de atraque únicos y altamente sofisticados, incluidos ganchos de atraque únicos y “altamente sofisticados” y 59 grandes máquinas de amarre de 100 toneladas de tiro cada una.
 
Los barcos, una vez construidos y entregados se dedicarán al transporte minero de hierro desde Brasil hasta China, al amparo de un contrato en el que Vale suministrará a China 1.500 millones de toneladas de mineral de hierro cada año. Por el momento, los barcos solo podrán operar desde los puertos brasileños de Ponta da Madeira, Vitoria e Itaquí.
 
La construcción de componentes para este tipo de buques es uno de los trabajos principales de la viguesa Ibercisa, que ayer mismo presentó a la prensa varias máquinas navales que están terminando de construir para importantes armadoras y empresas del mundo, una de ellas italiana y la otra de Taiwán.
 
PROYECTOS DE IBERCISA
 
En concreto, según dijo a Xornal de Galicia el gerente de la empresa gallega, Ramón Carreira, una de las máquinas que entregarán la próxima semana es una remolcadora para el manejo de áncoras en los grandes buques del mundo que fue encargada por un armador italiano con sede en Malta que opera en las plataformas energéticas de Libia. Es, dijo Carreira, uno de los equipos más grandes que se construyeron en Vigo.
 
El otro gran proyecto de Ibercisa, que entregará también en cuestión de días, es una máquina “muy novedosa” que se fabrica a medida para el Instituto Oceanográfico de Taiwán. Se trata, explicó Carreira, de una máquina tractora para operar en el mar y cuya complejidad, tanto de diseño como de fabricación, reside en la inclusión de un cable capaz de trasmitir señales eléctricas sin riesgos y que cuesta, en total, unos 600.000 euros.
 
“Es un proyecto tremendamente complejo porque el cable es muy delicado y muy costoso”, aseguró Carreira, que destacó que todo el sistema de control de la máquina depende de la funcionalidad de este cable. Carreira aseguró a Xornal que las máquinas están consideradas como “lo mejor del sector” actualmente y que ambas fueron construidas y diseñadas “completamente” en Galicia. “Es muy importante tener proyectos de este calado tal como están las cosas, que sigan confiando en nosotros es una buena noticia sobre todo porque en la costrucción de estos equipos se crea empleo, aquí trabajaron más de 20 personas”, dijo Carreira, que destacó además que buena parte de su producción se destina a la exportación. “El año pasado mandamos fuera un 60% y este año será más del 85%”, dijo.
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