La escasez de cuota de caballa provoca este año, además de las airadas protestas de la flota española que se dedica a su captura, consecuencias para los pesqueros que operan en el caladero comunitario de Gran Sol, uno de los de mayor importancia comercial para el sector pesquero nacional y especialmente para el gallego. Los armadores de los barcos gransoleros, la mayoría con base en Galicia, asisten con "nerviosismo" al retraso del tradicional acuerdo que cada año, en el mes de febrero, suelen cerrar los Gobiernos de España y Francia para intercambiar cuota de caballa, especie que demanda Francia, por merluza y rape en Gran Sol para los barcos españoles, de forma que estos amplían su cupo pesquero en esas aguas, a mayores de la cuota acordada por los ministros de Pesca de la UE en diciembre.

Los armadores piden a Medio Marino "la mayor celeridad posible" en el acuerdo, del que depende su planificación anual
 
FARO DE VIGO, 21 Mar. (Vigo).- Cada año España y Francia vienen pactando la cesión de unas 3.000 toneladas de su cuota caballa a Francia y otras especies pelágicas, a cambio de que el país galo conceda a España 2.000 toneladas de su cupo de merluza y otras 1.000 de rape. El acuerdo se traduce en un incremento de las posibilidades de pesca para cada barco español con licencia en el caladero comunitario de en torno a 20 toneladas más al año de ambas especies, que son las de mayor valor comercial para el sector, junto a rapante y cigala.
 
La escasez de caballa, por la drástica reducción del TAC de esta especie decidida en diciembre por los ministros de Pesca de la UE, además de la penalización acordada recientemente para España por la sobrepesca detectada –lo que tiene en pie de guerra tanto al sector del arrastre de litoral como a la bajura del Cantábrico Noroeste–, impiden por ahora a España atender la demanda de las 3.000 toneladas de caballa y especies pelágicas que reclama Francia para acceder al acuerdo.
 
Tal circunstancia está retrasando un pacto que para los armadores de la flota de Gran Sol española –146 buques autorizados a faenar en el caladero, de los que un tercio (52) están adscritos a la Cooperativa de Armadores de Vigo a través de la asociación sectorial Anasol– es fundamental para poder planificar su campaña anual.
 
Y ello, según detalla el gerente de Anasol, Hugo González, porque cuando ya se conoce el reparto de las posibilidades de pesca definitivo (con el aumento logrado gracias a ese intercambio con Francia) que realiza el Ministerio de Medio Marino a través de la Secretaría General del Mar, los armadores de las flotas de palangre y arrastre realizan sus propios acuerdos de intercambio de cuotas de las distintas especies autorizadas.
 
La inquietud de los armadores ya ha sido trasladada a la Secretaría General del Mar por los afectados y el propio González pidió en una reunión el pasado mes de febrero en nombre de todo el sector español que faena en Gran Sol "toda la celeridad que sea posible" en el cierre del acuerdo con Francia, aun reconociendo que el pacto este año se presenta complicado.
 
Desde el Ministerio de Medio Marino la respuesta a tal petición y a las posteriores demandas de información sobre la marcha de las negociaciones con Francia ha sido, según señaló el responsable de Anasol, que se intentará cerrar el acuerdo este mismo mes de marzo.
 
A España le correspondió este año un cupo pesquero en Gran Sol de 9.109 toneladas de merluza y de 1.186 de rape. En el caso del rape, el acuerdo con Francia permitiría incrementar la cuota de los barcos españoles en casi el doble, mientras que el incremento en el tope de merluza permitiría aumentar las posibilidades de pesca de esta especie en torno a un 20%.
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