Los vertidos de hidrocarburos causados por accidentes buques tanque en los últimos 10 años (2001-2010) resultaron ser un 82% inferiores a los registrados en los años 90, con un promedio de 20.800 toneladas/año.

En 2010 se produjeron un total de 8 derrames accidentales
 
ANAVE, 10 Mar. (Madrid).- En 2010 se transportaron por mar un total de 2751 millones de toneladas de crudo y productos del petróleo y se produjeron un total de 8 derrames accidentales que sumaron 10000 toneladas, es decir, 3,6 toneladas derramadas por millón de toneladas transportadas y menos de la mitad de la media de los últimos 10 años.
 
Así se desprende del último informe anual de la Internacional Tanker Owners Pollution Federation (ITOPF) sobre vertidos accidentales de hidrocarburos, que contiene información detallada sobre los derrames producidos desde 1970 y que demuestra que el sector ha mejorado drásticamente sus registros en este periodo. Y ello a pesar del constante crecimiento que el transporte marítimo de crudo ha experimentado desde mediados de la década de los años 80, como se desprende del gráfico adjunto. Cada vez se transporta más petróleo, pero cada vez se producen menos derrames accidentales.
 
Esta mejora es el resultado de una combinación de varios factores: unas normas internacionales más exigentes y un control cada vez más eficaz de su cumplimiento; la retirada de los petroleros de casco sencillo del mercado, que ha contribuido decisivamente a evitar que accidentes en realidad de poca gravedad puedan producir vertidos importantes; y, sin duda alguna, en una medida muy importante, la generalización entre armadores, tripulaciones y fletadores de la cultura de la seguridad y respeto al medio ambiente.
 
Gracias a todo ello, el número de incidentes se ha reducido drásticamente en los últimos 40 años, desde una media de cerca de 80 cada año durante la década de los 70, hasta una media de 16,5 anuales en los últimos 10 años, que en los últimos cinco ha caído a 12,2 incidentes/año. Pero, aún más importante, han se han erradicado prácticamente las graves catástrofes que fueron tristemente frecuentes en los años 70 y 80 y de las que el caso del Prestige, en 2002, fue el último caso registrado.
 
Como consecuencia, mientras el número de incidentes se ha dividido (como queda dicho) por 5, los hidrocarburos derramados al mar han pasado de más de 300.000 toneladas/año durante los 70, a una media de apenas 11.200 toneladas/año en el último lustro, es decir, se han dividido por 28.
 
Estas cifras no deben, por supuesto, dar lugar a autocomplacencia, sino más bien servir de acicate al sector y a sus profesionales para seguir firmemente comprometidos en sus labores diarias con unos niveles cada vez más elevados de seguridad y del respeto al medio ambiente.
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