Mientras la demanda total de transporte marítimo creció un 7,3% en 2010, para los petroleros lo hizo sólo un 3,5%, dato bastante exiguo si se tiene en cuenta que el año anterior había descendido un 3,7%. Con un total de 2.751 millones de toneladas en 2010, el sector de los petroleros reflejó un crecimiento mucho menor que otros tráficos, como los graneles sólidos (+10,7%) y los portacontenedores (+12,3%).

Creció solo un 3,5% frente al 7,3% del resto del transporte marítimo
 
ANAVE, 03 Mar. (Madrid).- La continua entrega de nuevos buques ha generado un importante excedente de oferta que, unido a este reducido aumento de la demanda, ha hecho que los fletes se hayan ido deslizando a la baja, en una pauta de máximos y mínimo decrecientes de forma aparentemente imparable. A pesar de experimentar, a mediados de 2010, una recuperación hasta niveles bastante aceptables, no sólo han vuelto a bajar, sino que se encuentran en mínimos de más de 10 años, siendo el sector de los VLCC el más perjudicado en este aspecto. Actualmente los fletes están en niveles que, para muchos buques, no cubren ni tan siquiera sus costes operativos, no dejando margen alguno, por supuesto, para el pago de intereses ni principal de las hipotecas.
 
Un elemento externo, que viene a añadir una preocupación adicional, es el creciente precio de los combustibles marinos, como consecuencia del alza del precio del crudo de petróleo, que ha aumentado un 40% en los últimos 5 meses, situándose por encima de los 110 dólares/barril sin que, de momento, se vea el final de esta escalada. Por tanto, si por el lado de los ingresos, las perspectivas para las navieras no son nada positivas, por el lado de los costes la situación no es mejor.
 
Con vistas a este año 2011 y a medio plazo, las perspectivas de evolución de la demanda son positivas, pero de escasa cuantía, en tasas del orden del 2% anual. De hecho, algunos analistas prevén que el crecimiento de la demanda en toneladas x milla para el crudo y productos sucios crecerá sólo a una media de un 1% durante los próximos cinco años, mientras que podría alcanzar un 4,6% para los de productos ligeros.
 
Para estimar la evolución de los fletes, hay que tener también muy en cuenta la evolución previsible de la oferta de transporte. Y lo cierto es que hay una cartera de pedidos de petroleros próxima al 28% de la flota existente, que se va a entregar sobre todo en los próximos 2 años, correspondiente a pedidos hechos antes de la recesión mundial de finales de 2008.
 
Por tanto, y aún descontando los desguaces, las incorporaciones de nuevos buques van a seguir a tasas de al menos unos 5 puntos porcentuales por encima de la demanda, con lo que la tendencia a fletes muy bajos se mantendrá previsiblemente al menos un par de años.
 
Estos bajos fletes están repercutiendo también en un notable descenso del valor de los buques en el mercado de segunda mano. La mayor caída (alrededor de un 20%) se registra para los VLCC con 15 años. Los panamaxes de 10 años han perdido el 16% de su valor y los suexmaxes de 10 años el 13%, desde octubre del año pasado, según da-tos de Clarkson.
 
Varios informes, como los de la consultora estadounidense McQuilling, confirman que los fletes spot (en términos de equivalente time charter) se van a mantener en los niveles actuales, sin que se espere una recuperación duradera durante al menos dos años. Y no prevén un nuevo pico de ciclo hasta los años 2017-2018.
 
"En la actualidad el sector petrolero sigue siendo poco atractivo para inversiones a corto plazo y la generalización de velocidades operativas más bajas, o el uso masivo de los petroleros para almacenamiento a flote podrían ayudar a absorber el tonelaje adicional”, afirma McQuilling. Actualmente los aframaxes transportan alrededor de un 38% del tonelaje total de crudo y productos del petróleo, seguidos por los VLCC (35%), suezmaxes (22%) y panamaxes (5%).
 
Los petroleros ya están navegando a una velocidad más baja de lo habitual (a unos 14,5 nudos) para reducir los costes de combustible, y algunos armadores proponen reducirla todavía más (hasta los 8 o 9 nudos) y así conseguir mayores ahorros y absorber parte del excedente de oferta. Por su parte, según el bróker Gibson, a finales de enero había 47 buques, con una capacidad total de unos 55,1 millones de barriles (unos 7,4 millones de toneladas), utilizados para almacenamiento a flote de crudo y productos, la cifra más baja desde febrero de 2009.
 
Aunque la crisis financiera y económica a nivel mundial parece ya superada, se esperan aún tiempos duros para los armadores en el transporte marítimo de crudo y productos.
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