La "competencia" entre los puertos españoles por el tráfico de automóviles es cada vez mayor. El último movimiento lo ha dado el Puerto de Valencia, que ha puesto en marcha una terminal ferroviaria especializada en la carga y descarga de coches, con la que pretende convertirse en el puerto base para los fabricantes instalados en España.

Crea una terminal ferroviaria para vehículos, logra un contrato con Opel y negocia con PSA y Renault
 
 
 
FARO DE VIGO, 17 Feb. (Vigo).- El primero en utilizar sus instalaciones será General Motors (Opel), que enviará los vehículos desde Zaragoza para su embarque en Valencia con destino al mercado europeo (antes lo hacía por Bilbao), pero la Autoridad Portuaria valenciana negocia también con PSA-Madrid, que exporta por Vigo, y Renault.
 
La fábrica madrileña de Citroën, en Villaverde, reanudó el pasado mes de noviembre la logística ferroviaria tras una década de interrupción a través del Puerto de Vigo. La multinacional tomó esta decisión con el objetivo de abaratar la logística, que se ha convertido en el segundo gasto productivo de la estructura de la automoción en España, tras la adquisición de materiales y por encima de los laborales.
 
El transporte de los vehículos se ejecuta todos los martes, en un tren compuesto por catorce vagones y con capacidad para transportar 142 vehículos. Los coches se embarcan después en Bouzas con los producidos por la factoría de Balaídos con destino a Inglaterra y a otros países del continente europeo. PSA-Madrid produce las versiones de tres y cinco puertas del modelo 207 de Peugeot, así como la coupe cabrio (C.C.), ésta última en exclusiva mundial.
 
Ahora el Puerto valenciano trata de captar este tráfico ferroviario de PSA-Madrid, y fuentes del sector ya lo dan por hecho a raíz de lo ocurrido con Opel en Zaragoza. En este caso, el trayecto Zaragoza-Bilbao-Norte de Europa es más corto que pasando por Valencia, pero el coste es menor utilizando la terminal valenciana. La ventaja del puerto mediterráneo es la tendencia de utilizar buques cada vez de mayor dimensión para el transporte marítimo, lo que supone un ahorro de costes importante para los fabricantes (en un mismo barco entran más coches y hay menos frecuencias). A esto se suma la conexión más barata del tren.
 
Sobre esto, el consejero delegado de Peugeot España, Rafael Prieto, ya avisó hace unas semanas de la competitividad de los puertos mediterráneos –en alusión a la terminal valenciana– para "sacar los coches al Atlántico", lo que "podría dar la vuelta al mapa" portuario español.
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