Licenciado en Ciencias Económicas y doctor en Económicas y Empresariales, Fernando González Laxe (A Coruña, 1952) comenzó su carrera en 1975 como profesor de Estructura Económica en la universidad herculina. Fue presidente de la Xunta entre 1987 y 1990 y desde abril de 2009 preside la entidad Puertos del Estado.

Fernando González Laxe: "Habrá una pugna empresarial entre las concesionarias de Vigo y Gijón por los tráficos"
 
FARO DE VIGO, 11 Feb. (Vigo).- Se muestra "convencido" de que Vigo tendrá en marcha su autopista del mar este año. Fernando González Laxe (A Coruña, 1952) calcula que en menos de un mes se habrá resuelto el trámite administrativo respecto al cambio de titularidad del proyecto (ahora en manos de Compañía Marítima Hispano Francesa) y que después solo depende de la naviera. Ayer dio una conferencia en Santiago sobre "Las redes del transporte en Galicia", en la que destacó el papel que tendrá esta supercarretera marítima en la economía gallega.
 
–¿Hay algún impedimento jurídico al cambio de titularidad en la autopista del mar?
 
–Las autopistas del mar son una decisión política que la CE y los países miembros abren al sector privado. Salieron a concurso dos: Vigo-Nantes y Gijón-Nantes. En cada una hay un operador privado que es el que tiene la concesión durante unos años, y que si cumple con unas condiciones de transporte se verá beneficiado con una subvención importante. Nosotros, cuando se produce un cambio de accionistas, tenemos que comunicarlo a la otra parte para que dé el visto bueno la CE. Todo este proceso implica que haya una parte que tiene que renunciar a su concesión, y otra que toma las acciones de la adjudicataria. Cuando tengamos la comunicación jurídica de que Acciona Trasmediterránea deja de tener las acciones mayoritarias de la sociedad Autopista del Mar Atlántica S.L. y se las pasa a Compañía Marítima Hispano Francesa [CMHF], convocaremos al Ministerio francés para pasarle la información a la CE. Esto se va a producir, esperamos, a principios del próximo mes.
 
–¿Quiere decir que el trámite burocrático podría estar resuelto en un mes?
 
–Espero que sí.
 
–¿Por qué se ha retrasado tanto el cambio de titularidad?
 
–Porque es un juego empresarial, no depende de los estados. Los estados lo que hacen es vigilar que las condiciones de la concesión se cumplan. ¿Cuáles son? Que haya barco, que haya regularidad y que se transporte un mínimo de vehículos, porque el objetivo aquí es sustituir camiones que van por la carretera por camiones que van en barco.
 
–¿No cree que se ha perdido un tiempo valioso?
 
–Las empresas buscan el mejor momento para poner en marcha las líneas. El año pasado, efectivamente, fue un año de recesión. Es lógico pensar que la empresa, en un momento de recesión, tuviera dudas. Pero también es cierto que desde el punto de vista de la gestión pública tratemos de agilizar que aquella empresa que tenga ciertas dudas las disipe, y en caso de que no quiera acometerlo, buscar a otro socio que de común acuerdo intercambie sus acciones y ponga en marcha el proyecto.
 
–-En Gijón se están superando todas las expectativas. ¿Será tan fácil en Vigo?
 
–-En Gijón está saliendo bien. El primer barco salió el 9 de septiembre, con seis remolques, y hoy están alcanzando el centenar de los mismos. Los adjudicatarios de la concesión –que es Louis Dreyfus– están muy contentos con la línea. Están captando mucha mercancía, remolques y camiones, de la zona de Valladolid y Portugal; también de la zona gallega. Ahora habrá una pugna empresarial para captar esos tráficos.
 
–Pero, ¿hay espacio suficiente para una autopista del mar en Galicia y otra en Asturias?
 
–Siempre que la economía funcione bien, es obvio que habrá tráficos. Y como la economía ahora está reaccionando positivamente, y eso lo vemos por los tráficos portuarios, auguro y espero que durante este año empiece a funcionar la autopista de Vigo.
 
–Las empresas piden infraestructuras complementarias para que funcione la autopista viguesa.
 
–Son obras complementarias, relevantes, pero que no requieren mucha inversión. Son una plataforma pequeña, para los tráficos ro-ro, y una campa, una superficie, para la espera de los camiones, pero no hay problemas para hacerlas. Lo acometería la Autoridad Portuaria.
 
–¿Penaliza el que Bouzas no tenga conexión ferroviaria?
 
–No necesariamente. En todos los puertos sería bueno que hubiese conexión ferroviaria. Siempre digo que el ferrocarril es como una especie de oxígeno para los puertos. Pero en este caso concreto, como son camiones los que vas a meter en el barco, lo que tiene que haber es una superficie disponible para que esperen los que vayan en cada trayecto. Lo normal es que vayan entre sesenta y cien camiones. Y como es un horario muy predeterminado, el tiempo de espera será mínimo, porque ya lo conoce el transportista.
 
–¿Cómo han resistido la crisis los puertos gallegos?
 
–-Muy bien. La crisis fue brutal. El año 2009 registró descensos del 13% en términos generales de España, y este año el Puerto de Vigo, en contenedores, ha subido mucho más que la media española. Igual que Marín. Y en mercancía, que es lo que demuestra la vitalidad del entorno económico, tanto importando como exportando. Estoy muy satisfecho. El año pasado se logró el tercer mejor registro de la historia en los puertos gallegos. Esto permite augurar que este año, reforzando la eficiencia y mejorando la dinámica, tendremos otra vez unos resultados de récord.
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