Cada entrega de un barco en los astilleros de la bahía de Cádiz tiene una doble cara. Es, al mismo tiempo, un acto festivo pero también preocupante. Es la satisfacción del trabajo bien hecho pero también la confirmación de la salida de faena sin que entre nueva. Está ocurriendo en los últimos meses. Ayer, en San Fernando se vivió la misma sensación.

La falta de trabajo afecta a un 15% de la plantilla y no llegan nuevos encargos
 
EL PAIS, 02 Feb. (Cádiz).- Navantia entregó a la Armada de Venezuela el Naiguatá, el tercero y último de los buques de vigilancia litoral encargados a España por el Gobierno de Hugo Chávez. Un contrato terminado pero que ha dejado una nueva ausencia no cubierta. Según datos de los sindicatos, el 15% de la plantilla de las factorías navales de San Fernando y Puerto Real no tiene trabajo.
 
Es lo que se conoce como subactividad. No hay despidos pero los trabajadores contratados no tienen tareas a las que ser asignados, así que se opta por disfrutar de días libres pendientes, asistir a programas de formación o bien trasladarse a líneas de producción más avanzadas, las de terminación de los barcos, que todavía tienen demanda de trabajo. Pero las fases primigenias de la construcción de barcos, como los talleres de corte de planchas, están prácticamente paradas. No entran nuevos contratos. Según desveló ayer el presidente de Navantia, Aurelio Martínez, el próximo contrato que se da por seguro, el renovado programa de buques de acción marítima (BAM), no entrará en las plantas hasta finales de año, aunque el contrato con el Ministerio de Defensa se firmará en unos días.
 
Según señaló Martínez, Navantia tiene abiertas hasta 40 acciones comerciales en todo el mundo para conseguir contratos. Las más avanzadas en Australia, Malasia o Venezuela. En este último, se aspira a conseguir una ampliación de los encargos realizados por el Gobierno de Chávez pero ayer el embajador de Venezuela en España, Isaías Rodríguez, reconoció la fuerte competencia de China. "Ahora necesitamos gaseros y petroleros pero la oferta más importante ha llegado de los astilleros chinos. Con todo, estamos abiertos a la oferta de Navantia".
 
Los sindicatos defienden la calidad del trabajo de los operarios de Navantia. "Vamos a entregar 15 buques en cuatro años. Eso es un hito", ensalza el portavoz de los comités, José Antonio Oliva. Pero están preocupados. "Llevamos meses padeciendo una subactividad y con severos recortes en la auxiliar".
 
Los representantes de los trabajadores confían en que el nuevo programa BAM y un final feliz de algunas de las ofertas sirvan para remontar el vuelo, como las lanchas que oferta Australia. En 2011 se esperan otras entregas similares, entre ellos, los restantes patrulleros encargados por Venezuela. Aquel contrato, firmado en 2005, fue valorado en 1.200 millones de euros y ha aportado seis millones de horas de trabajo. Navantia también ha optado a construir las nuevas esclusas del canal de Panamá.
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