El Gobierno no se va a dar por vencido y, una vez reciba la autorización de la UE para formar parte del accionariado de La Naval, volverá a intentarlo. "No se trata de conseguir el contrato, que ya está, sino de dar estabilidad al accionariado de cara a nuevas contrataciones", aseguró ayer el consejero de Industria, Bernabé Unda.

Está pendiente de recibir autorización de la UE
 
EL PAIS, 02 Feb. (Vitoria).- La petición formal del Ejecutivo para entrar en el capital del astillero con unos cinco millones de euros, fue vetada por el armador Knutsen en la reunión que los accionistas de la firma mantuvieron anteayer. Knutsen, que posee un 8,6% del capital, hizo valer el acuerdo societario por el que las decisiones en la junta han de adoptarse por unanimidad.
 
Unda confirmó que la voluntad del Gobierno es formar parte de una empresa con proyección y viable, con el objetivo de mejorar sus expectativas de futuros contratos, al proyectar una imagen de empresa respaldada, aunque sea de forma minoritaria, por el sector público.
 
Los accionistas cerraron a última hora del lunes los avales necesarios para conseguir la financiación exigida en la construcción de un nuevo buque minero que garantiza al astillero casi dos años de carga de trabajo y que es, por el momento, su único encargo. El armador belga Jan de Nul había dado un ultimátum a La Naval para que lograse la financiación, ultimátum que concluía a medianoche del lunes. En caso contrario, anularía el contrato.
 
Minutos antes de reunirse en el Parque Tecnológico de Miñano con miembros de la Comisión de Industria del Senado, Unda felicitó a los accionistas por su "implicación" en la firma de los avales que demandaban los bancos. El astillero de Sestao logra así un respiro cuando se halla inmerso en un segundo Expediente de Regulación de Empleo (ERE), en el que están incluidos unos 200 de los 363 componentes de la plantillas.
 
La dirección advirtió a los sindicatos de que sería necesario un tercer expediente aunque se lograra el contrato con Jan de Nul, pero la perspectiva cambia radicalmente de afrontarlo con dos años de trabajo por delante o sin ellos.
 
"La Naval es una empresa viable, un proyecto con futuro", recalcó el titular de Industria. El Ejecutivo cree que es posible entrar, pese a la negativa del armador Kutsen.
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