Navalia’ arrancó en Vigo con la previsión de que todos los astilleros tendrán nuevos pedidos después del verano. Brasil, Uruguay, Argentina y los Emiratos Árabes buscan proveedores para 50 buques de la industria del petróleo.

Petrobras prevé construir 50 petroleros antes de 2020


 


¿Crisis? ¿Qué crisis? Se preguntaban ayer en Vigo las delegaciones empresariales de Brasil, Argentina, Uruguay o Ecuador que acudieron a la jornada inaugural de Navalia, la feria de la industria naval de Galicia, en la que participan un total de 75 países.


 


Mientras en Europa la caída de los tráficos ya ha hecho zozobrar a más de un astillero, en Latinoamérica la construcción naval está en pleno despegue, gracias sobre todo a Petrobras, la compañía petrolera brasileña, que de aquí al 2020 necesita medio centenar de todo tipo de buques para la industria de la extracción de fuel y gas. La carga de trabajo ya satura a los astilleros brasileños y se extiende a los países vecinos. Pero hay un problema. «Tenemos carga de trabajo, pero no la tecnología y el conocimiento que tienen ustedes. Necesitamos todo tipo de proveedores», explicaba Eduardo Napoli, representante del Clúster Naval de Uruguay.


 


María Laura Kehrle es directiva del área portuaria de Suape, en la región brasileña de Pernambuco, en donde ofrecen 14.000 hectáreas de suelo industrial para los proveedores de componentes navales que decidan constituir sociedades mixtas y contraten mano de obra local. «El Gobierno de Lula está haciendo un gran esfuerzo para recuperar la industria naval, pero aún no estamos preparados para la construcción de grandes buques», afirma.


 


La zona vip reservada en la feria para encuentros bilaterales era ayer un hervidero de «vis a vis» entres brasileños, uruguayos o argentinos con empresarios del metal gallego, en los que se avanzaron operaciones de compra a proveedores de aire acondicionado, de acomodación de buques o de ascensores.


 


El otro foco de interés para la industria gallega, no tanto para las proveedoras de componentes, sino más bien para los astilleros, está en los expositores abanderados por países asiáticos. Constructores como Freire, que ya han abierto la puerta del mercado internacional con entregas anteriores de ferris u oceanográficos, dirigían ayer su mirada hacia los Emiratos Árabes Unidos, que precisan buques de prospección de gas y oceanográficos para localizar, y luego explotar, yacimientos energéticos bajo el lecho marino.


 



Las negociaciones abiertas ayer, primero de los tres días de celebración de Navalia, se concretarán en un período máximo de tres meses. Para entonces, «todos los astilleros de la ría de Vigo tendrán nuevos contratos firmados». Así lo afirmó Francisco González Viñas, presidente del comité organizador de Navalia y del astillero Hijos de J. Barreras. Viñas defendió un nuevo modelo industrial basado en la búsqueda de la cooperación y complementariedad con otros países competidores, como China, Corea o Vietnam. «Debe haber intercambio no solo comercial, sino también técnico», explicó. Esta estrategia expuesta por Viñas «permitirá que los astilleros puedan cerrar el ciclo y no solo dedicarse al ensamblaje de piezas del barco, sino a la creación de los propios componentes», afirmó.

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