Según reveló la agencia de noticias japonesa Kyodo el 6 de enero, la economía pirata en las zonas cercanas a Somalia se ha experimentado un desarrollo sin precedentes en la historia. En los últimos dos o tres años, el pago por rescates que obtuvieron los piratas somalíes ha superado los 100 millones de dólares. El precio de los vestidos y cosméticos en la zona ha crecido considerablemente y los lugareños envidian la lujosa vida de los piratas.
Roger Middleton, experto en cuestiones de piratería del Real Instituto de los Asuntos Exteriores, un think-tank británico, señaló que “los piratas somalíes han logrado al menos 100 millones de dólares en concepto de rescates hasta ahora”.
Middleton indicó que hace varios años, el rescate medio variaba entre decenas de miles y centenares de miles de dólares. Pero las cifras de 2008 y 2009 alcanzaron un millón y dos millones de dólares respectivamente. Los periodistas somalíes dijeron que “el gran flujo de dinero procedente de los rescates ha provocado el rápido aumento del precio de los productos”.
Según informa la agencia norteamericana AP, el precio de la tierra en las zonas costeras de Somalia ya se ha doblado con respecto al del año anterior. El precio de calzado de hombre ascendió de 20 a 50 dólares. Por su parte, creció también el precio de los vestidos y cosméticos. Excepto los piratas, el pueblo corriente no puede permitirse el lujo de comprarlos.
Según los periodistas locales, los piratas destinan el dinero a la compra de bienes raíces y otras actividades comerciales en el país vecino, Kenia.
En la localidad de Bossaso se cuenta que un joven vagabundo empezó a ejercer la piratería hace dos años; ahora ya posee una lujosa casa propia. El joven dijo que el dinero le ha traído el respeto de los demás.
Al mismo tiempo, el consumo de marihuana y alcohol se extiende entre los piratas, lo cual, unido a los secuestros de extranjeros, pinta un panorama muy preocupante.
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