Para optar al grueso del contrato, el Kremlin ofrece a los astilleros españoles «terrenos e infraestructuras» gratis para que se establezcan en la zona económica exclusiva de Kaliningrado. No obstante, el sector naval vigués propone una solución mixta al responsable ruso, consistente en construir en los astilleros de la ría gallega los primeros buques-factoría de esa serie de 500, en cuyo proceso podrían participar técnicos rusos para ganar experiencia y exportarla después a sus propios astilleros. «Nosotros podríamos colaborar con ellos después en Rusia», explicó José Luis Méndez, director general de Factorías Vulcano, que ya construyó hace veinte años 15 grandes arrastreros para el Gobierno de la antigua Unión Soviéticas, muchos de los cuales todavía navegan.
Los nuevos barcos serán pesqueros de gran porte, de los que el Gobierno ruso pretende construir el 90% en su país y el 10% restante (50 unidades), en España o en Alemania. Los astilleros vigueses volverán a reunirse con los responsables rusos de pesca a mediados de octubre en Moscú, durante la celebración de la feria sectorial lnterfish.
Según la patronal metalúrgica gallega (Asime), el Gobierno ruso está negociando simultáneamente con astilleros alemanes, holandeses y coreanos, por lo que persiste la incertidumbre acerca del país que resulte adjudicatario. «Rusia necesita renovar su flota pesquera, y con nosotros tienen una grata experiencia», apuntó Méndez. Aunque Rusia tiene gran experiencia en la construcción naval militar, sus astilleros civiles carecen de la tecnología adecuada para la fabricación de modernos buques de pesca. La Agencia de Pesca Rusa se compromete a que los prototipos sean financiados por el Gobierno ruso.
