Las actuales investigaciones detallan las características del mítico pecio



Siguiendo fielmente la descripción que las Reales Ordenanzas y los maestros constructores hacían de los Galeones españoles del siglo XVII podemos acercarnos, a corta distancia, a cómo eran estos navíos que por primera vez en la historia hicieron posible la comunicación de todo el planeta. Estas investigaciones son un obligado paso para localizar un determinado pecio, como el del galeón de mayor porte de la Flota de Indias de 1702 perdido por los ingleses a la salida de la Ría de Vigo, informa farodevigo.es.


A finales del siglo XVII se construyó en el astillero de la ciudad de Maracaibo un galeón al que, en honor de un Santo Cristo muy venerado por los lugareños, se le da el nombre de Santo Cristo de Maracaibo Nuestra Señora de la Concepción San José y las Ánimas.


Puede acreditarse documentalmente que dio un arqueo de 507 y ¾ toneles y llegó a armar 20 cañones por banda. Fue construido por los contratistas Pedro de Galdón y Miguel Estomba bajo normas de las Ordenanzas de 1613, comentadas y ampliadas con detalles por el maestro Antonio Garrote en su obra “Fábrica de baseles-1691”.


Entonces, la aplicación de las Ordenanzas era bastante liberal pero de haberse aplicado estrictamente, este galeón tendría como principales medidas: eslora, 33 metros; quilla, 26 metros; puntal, 5 metros; y manga, 10.

Dado que un tonel de arqueo de la época, es decir, ocho codos de ribera cúbicos, equivalen a 1,5 metros cúbicos, este galeón podía embarcar legalmente hasta 757 metros cúbicos de mercancías, y considerando el generalizado contrabando podría llegar a embarcar 1.000 metros cúbicos; y con un franco bordo de 1,30 metros, cargar un peso de 400 toneladas actuales.


En cuanto a la arboladura, el árbol mayor medía 27 metros; el trinquete 25; el mesana 17; y el bauprés 24 metros.


Las maderas empleadas en su construcción fueron, entre otras, caoba, sabicú y palo de Maracaibo que sin duda dieron a este galeón un importante valor añadido, que junto al cargamento que transportaba hicieron de este bajel el más codiciado por la flota inglesa entre los cinco que trataron de llevarse como botín tras el asedio de 18 galeones españoles en la ensenada de Rande.


Esta información nos permite acercarnos visualmente a cómo era el Santo Cristo de Maracaibo a través de un magistral modelo existente en el Museo Naval de Madrid que es otro galeón coetáneo y de similar porte, el Nuestra Señora de la Purísima Concepción y de las Ánimas.


El “círculo” donde yace lo que queda del galeón


En relación con la pérdida del Santo Cristo a la salida de la Ría de Vigo acaecida el 7 de noviembre de 1702 se deben considerar varios factores: vía de agua, temporal de componente norte y un fallido intento de salvamento que se prolongó durante horas hasta abandonarlo a su suerte tras incendiarlo.


Durante las investigaciones realizadas por la Sociedad Estatal Quinto Centenario (SEQC) entre 1990 1992 se pudo establecer un círculo en cuyo centro debe encontrarse este mítico pecio y si factores económicos congelaron temporalmente las costosas campañas de mar no se ha cesado de aportar mas información que permite estrechar ese círculo y consecuentemente abaratar la prospección definitiva.


Desde el punto de vista arqueológico naval es de lamentar que este extraordinario ejemplar de la construcción naval, criolla colonial del siglo XVII, sea desde su hundimiento el objetivo de la codicia de cazatesoros. Una incógnita es si alguno de estos expoliadores ha podido encontrarlo. De cualquier forma, el seguir la pista de las áreas de búsqueda de estos delincuentes, dotados de medios muy sofisticados, puede ser de cierto de interés en las investigaciones en curso promovidas por el Ministerio de Cultura en colaboración con la Xunta de Galicia y otras instituciones.

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