El pasado jueves día 12 de marzo tuvo lugar la IV Asamblea General de ANEN, considerada por sus organizadores como una de las de mayor relevancia en la historia de la Asociación “dado el contexto económico en el que se enmarca, condicionado por la crítica situación que está atravesando el sector”.

El hecho de haberse elegido la sede de la CEOE como lugar para esta asamblea tenía como objetivo dotar a este acto del carácter institucional que le otorga el respaldo de la organización empresarial más representativa a escala nacional, y de la que NEN forma parte.


Durante la sesión se pusieron de manifiesto todos los asuntos de máximo interés y que más preocupan a la industria náutica, al tiempo que se hacía un llamamiento conjunto con la CEOE – representada en el acto por su vicepresidente, Arturo Fernández – a la Administración y, en concreto, al Ministerio de Industria Turismo y Comercio.


Tras la presentación del orden del día, a cargo de director general de ANEN, Alejandro Landaluce, intervino el presidente de la Asociación, Jesús Astondoa, quien abordó con detalle la situación del sector náutico en España, haciendo hincapié en el peligro que corren los 115.000 puestos de trabajo que genera la industria náutica si el Gobierno no toma medidas urgentes de apoyo. Según expresó Jesús Astondoa: “La Administración tiene que tomar una decisión, que pasa, en primera instancia, por suspender el impuesto especial de matriculaciones – que graba la tenencia de una embarcación de recreo de más de 8 metros de eslora con un 12%, además del IVA correspondiente-, una carga fiscal única en Europa y desmesurada para los propietarios de un barco de recreo; y sin embargo una cantidad insignificante para las arcas del Estado.  Esta es la prioridad para tratar de reactivar el mercado y salvar el empleo que genera la industria náutica”.


Igualmente se expusieron, una vez más, las peticiones que ANEN solicita a la Administración y que son, entre otras:


• Un plan de ayuda al sector.
• Una apuesta clara del Gobierno por la industria náutica española.
• Suspensión temporal del impuesto especial de matriculación por un período de al menos dos años.
• Desarrollo de un marco legal propio y específico que regule la navegación de recreo y deporte, cuyo primer paso sería la aprobación definitiva de la enmienda a la Ley de Navegación Marítima

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