CME, 13, Mayo (Madrid).- El teniente General Azqueta Ortiz, participó hoy en el “Desayuno con el Clúster”, organizado por el Clúster Marítimo Español (CME), para dar a conocer la nuevas estructura y las funciones del nuevo Centro de I+D+i de la Defensa, que desde hace casi dos años, integra el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), el Instituto Tecnológico de la Marañosa (ITM), el Canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo (CEHIPAR) y el Laboratorio de Ingenieros del Ejército (LABINGE).

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Previamente a la intervención del Teniente General, Alejandro Aznar, presidente del Cluster Marítimo Español, hizo la presentación del ponente, detallando su extenso currículo centrado en su carrera en el Arma Aérea del Ejercito, y también ofreció la colaboración del Clúster con el INTA.

 

Azqueta inició su intervención haciendo un paralelismo entre el avión y el barco y las ventajas que de la fusión de CEHIPAR e INTA  se podrán derivar  para ambos modos de transporte.

 

A continuación situó al INTA en el marco de la investigación española como uno de los dos grandes organismos públicos dedicados a esa tarea, junto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC.

 

El INTA, señaló su director, es un Organismo Público de Investigación (OPI) especializado en investigación y desarrollo aeroespaciales, autónomo y de carácter comercial, fundado en 1942.

 

El Teniente General, primer militar al frente del INTA en sus casi 75 años de historia, resaltó que el Instituto integra ahora toda la I+D de la Defensa, lo que supone racionalidad, ahorro y la posibilidad de desarrollar sinergias beneficiosas para todos.

 

“La unión de todos los Institutos de I+D de Defensa nunca se debió hacer porque nunca tendrían que haber estado separados. Lo racional es que sean uno”, Subrayo el director del INTA.

 

Datos
El INTA es un caso único dentro de los organismos públicos, ya que su actividad comercial debe cubrir el 52 por ciento de sus costes salariales. El Instituto cuenta con unas 2.500 personas para desarrollar su labor, de las que 124 son laborales eventuales y 650 empleados externos. El 38 por ciento de su personal son titulados superiores, y el 15 titulados medios, con un 53 por ciento dedicado a la investigación.

 

foto1El INTA obtiene la financiación externa que requiere de las operaciones comerciales y de su participación en proyectos competitivos tanto nacionales como internacionales, a través de esquemas de cofinanciación con la industria, las universidades u otros socios tecnológicos, para los proyectos de desarrollo, y el resto procede de financiación pública vía Presupuestos Generales del Estado.

 

Para este ejercicio, el INTA tiene como objetivo mínimo unos ingresos comerciales de 28 millones de euros que cubrirían esas necesidades salariales, y a partir de los cuales  lo ingresado se reinvertiría en investigación y desarrollo, que es la labor central del Instituto.

 

En su distribución territorial cuenta con  las sedes del  Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), el  Instituto Tecnológico de la Marañosa (ITM), el Canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo (CEHIPAR) y el Laboratorio de Ingenieros del Ejército (LABINGE), a los que se suman cinco estaciones espaciales en Cebreros, Villafranca, Torrejón de Ardoz, Robledo de Chavela y Maspalomas, y seis  instalaciones especiales de ensayos en Guadalajara, Sevilla, Granada, Arenosillo, Cuadros y Rozas.

 

Respecto a la estación espacial de Robledo, Azqueta Ortiz señaló que, operada desde 1965 por el INTA, la estación controla, gracias a unos acuerdos privilegiados, durante ocho diarias de su órbita a todos los satélites de la Nasa.

 

Un trabajo similar realiza la estación de Cebreros respecto de los satélites de la Agencia Espacial Europea, mientras que la de Maspalomas se centra en los satélites meteorológicos, es responsable de las alertas marítimas para Europa del Oeste y África, y da apoyo en su zona de influencia a la Agencia Espacial Japonesa.

 

Aviones

El INTA cuenta además con tres aviones que cubren todas sus necesidades, y está trabajando en proyectos de aviones no tripulados, más operativos que los tripulados.

 

Tal es el caso del Milano, un aparato de largo alcance de 30.000 pies de techo y 24 horas de autonomía, capaz para 2.000 kilos de carga de pago, y con 1.500 kilómetros de autonomía de vuelo.

 

Otro de esos aviones no tripulados es el denominado Diana, un blanco aéreo con un alcance de 100 kilómetros y 8.000 metros de techo, cuya velocidad máxima es de 200 metros por segundo, su autonomía de una hora y su peso máximo de 160 kilos. El teniente General anunció ya la comercialización de este producto que, concretamente, se ha vendido a Brasil.

 

Dentro del ámbito aeronáutico, el INTA trabaja en aerodinámica experimental, ensayos en vuelo y diseños y desarrollos de estructuras aeroespaciales, bancos de prueba de motores, caracterización de mecanismos, robótica espacial, simulación estructural y diseños aerodinámicos y de palas, áreas de trabajo en muchos casos trasladables y aplicables al sector naval.

 

En relación con los bancos de pruebas de motores, Azqueta resaltó, que el INTA cuenta con una de las cinco instalaciones más importantes del mundo, capaz de monitorizar en tiempo real hasta 10.000 parámetros distintos, y que trabaja para grandes compañías como Rolls Royce.

 

El banco cuenta con equipos y sistemas de control de moto, instrumentación y capacidades técnicas experimentales de medida, calibración y verificación, y equipos de pruebas de durabilidad  y funcionales, y está capacitado para realizar certificaciones y homologaciones.

 

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Asimismo, resaltó el Teniente General que el INTA es el núcleo de la capacidad espacial de España, cuyo nivel sólo tienen cinco países en el mundo. El INTA ha desarrollado siete satélites de los que tres están en vuelo y realiza revisiones en infraestructuras tecnológicas para empresas, universidades y otras instituciones.

 

También el Centro participa en grandes programas como el Plan Nacional de Observación de la Tierra, y gestiona un Centro de Operaciones Espaciales que cumple funciones de control de operaciones, recepción de telemetría y seguimiento de satélites, planificación de misiones y dinámica espacial, adquisición de datos de observación de la Tierra y procesado óptico, archivo y distribución de datos.

 

También participa en ensayos rigidez, resistencia y temperaturas para sistemas de armamento y ofrece servicios a la industria en el ámbito de la energía, en áreas como el  hidrógeno y las pilas de combustible y los estudios energéticos, el potencial eólico, la energía fotovoltaica o la eficiencia energética en instalaciones fijas y móviles.

 

Refiriéndose en concreto al CEHIPAR, Azqueta refirió su capacidad para realizar investigación aplicada, como ensayos de hidrodinámica, contornos de presión, sistema PIV, estudios de hélices y ensayos oceanográficos y de diferentes tipos de naves.

 

Preguntas

 

Tras la exposición del Teniente General, se abrió un turno de preguntas de los asistentes que permitió al ponente resaltar el liderazgo del INTA, donde trabaja un centenar de ingenieros aeronáuticos, en  la certificación de aeronaves. El Airbus A-400, aviones tanquers para  el Reino Unido y Australia, el Eurofighter o unidades para Arabia Saudí, fueron algunos de los ejemplos de esta tarea que citó.

 

Azqueta también se refirió al retorno social de la labor de los Institutos de Investigación de la Defensa y uso como ejemplo las 25.000 familias que viven del programa Eurofighter o la trascendencia que el proyecto del Airbus A-400 tiene para la factoría CASA de Sevilla y para la consolidación y desarrollo de conocimientos y tecnologías en España.

 

También reclamó que se mantenga el apoyo para las actividades de investigación de la defensa, más allá de lo puramente presupuestario, y subrayó que la mayoría de las actividades tienen un componente civil, no sólo militar, que les dé acceso a fondos europeos.

 

El Teniente General Azqueta señaló que en la actualidad el centro lidera cuatro proyectos H2020 y que mantiene una fluida colaboración con Iberoamérica donde está considerado un centro de excelencia.

 

El INTA, que cuenta con muy buenas infraestructuras tecnológicas, gracias a la colaboración público privada, está ahora preparando su plan estratégico de acuerdo a la nueva estructura, y se beneficiará de la suma de capacidades y de las sinergias entre el INTA y El CEHIPAR, subrayó Azqueta.

 

Por último el Teniente General, afirmó que, “poco a poco, se está desarrollando en España una cultura de la Defensa que supera inercias de la Guerra Civil, y que la actuación de las Fuerzas Armadas es valorada y comprendida  por la sociedad, especialmente por los jóvenes que entienden que los ejércitos y la defensa son necesarios”.

 

 

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El Teniente General Azqueta Ortiz con Alejandro Aznar, presidente del Cluster Marítimo Español.

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