Tras el rechazo del Ministerio de Industria al dique flotante para los astilleros de la ría ferrolana, la industria naval de la comarca focaliza ahora su mirada en los Presupuestos Generales del Estado, cuyas partidas se conocerán a principios de abril. El borrador de las cuentas será un buen termómetro para evaluar el compromiso del Gobierno central con las antiguas Astano y Bazán y, también, para dibujar la posible estrategia para el sector del Ejecutivo de Rajoy, que aseguró la pasada semana estar trabajando en la búsqueda de ocupación para el naval gallego. 

 El borrador de los Presupuestos Generales del Estado reflejará si el Gobierno atiende a las demandas del sector 

LA VOZ DE GALICIA, 21 Mar. (Ferrol).- Los trabajadores reclaman la construcción de la citada infraestructura para la división de Reparaciones y la contratación de la sexta fragata F-100, un compromiso al que había llegado el anterior Gobierno socialista con los sindicatos en la última reconversión.

¿Tienen que aparecer la inversión en el dique flotante y la fabricación de la F-106 en las cuentas estatales?

En el caso de la fragata, sería obligado que el Ministerio de Defensa especificase en sus presupuestos el compromiso de gasto si se decidiese finalmente por ampliar la flota con este buque, y la previsión de amortización en las próximas anualidades. No sucede igual en el caso del dique, ya que, al tratarse de una inversión que tiene que acometer Navantia, podría aparecer en los presupuestos de su único accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), pero no es un requisito imprescindible. No obstante, en ejercicios anteriores, las cuentas del organismo que preside Ramón Aguirre recogían inversiones para la mejora de los talleres de Navantia en la ría y para actualización de sus procesos.

¿Podría por sí sola Navantia hacer frente a la compra del dique?

Parece difícil. Tras unos años de caída en la contratación y de pérdidas continuadas, la empresa pública solo cuenta con unos 200 millones de euros de fondos propios, y en los últimos años sus números rojos han rondado los 50 millones. Afrontar la inversión de 140 millones que requiere el dique flotante para la división de Reparaciones de Navantia Fene-Ferrol con esa situación financiera y en un contexto de recortes en el sector público parece una tarea titánica.

¿De qué forma pueden respaldar esa inversión las Administraciones?

Fuentes del sector sostienen que al tratarse de una empresa pública, Bruselas podría considerar como una subvención ilegal cualquier ayuda para la adquisición de este dique, si lo interpreta como un instrumento para incrementar la capacidad del astillero. Los representantes de los trabajadores sostienen que la compañía podría resultar amparada por líneas financieras de las Administraciones sin que esto suponga ninguna ayuda. Es el caso de los fondos del Ministerio de Industria para la reindustrialización de Ferrolterra, Eume y Ortegal, que son créditos con condiciones especiales de financiación.

¿Cuál ha sido la postura del Gobierno hasta ahora sobre la posibilidad de dotarse del dique flotante?

Si bien la Xunta y el Concello ferrolano han insistido en su apoyo al dique flotante -serviría para generar dos años de ocupación a unos 900 operarios en la ría y además permitiría a Reparaciones su introducción en nuevos mercados, como el de la transformación de buques-, el Gobierno central ha mantenido hasta ahora la callada por respuesta. El viernes, el Ministerio de Industria rompió ese silencio para decir que la compañía cuenta con instalaciones suficientes para atender la demanda presente y futura del sector. La plantilla recuerda que Navantia depende de la SEPI, que es la que tiene la última palabra sobre los proyectos de la empresa pública, y seguirán insistiendo en su demanda.

¿Por qué no se ha pronunciado oficialmente Navantia?

Porque el Gobierno aún no ha nombrado al equipo que dirigirá la nueva etapa de la compañía pública. La pasada semana, el consejo de administración de Navantia nombró a los nuevos consejeros, y se especula con que uno de ellos pueda pasar a asumir la dirección. No será hasta el próximo día 30 cuando la SEPI, si se cumplen las previsiones, proceda al nombramiento de la cúpula.

¿Cuál es la situación mientras en Ferrol?

El trabajo va agotándose y continúan los despidos en las compañías auxiliares de Navantia. En Fene la mayoría de los talleres están cerrados.

Be Sociable, Share!