La Plataforma Clúster Azul celebra la segunda jornada de su Primer Ciclo de Conferencias Online, que bajo el título de Competitividad en la Construcción Naval y Astillero 4.0., se ha situado a las personas como el pilar fundamental.

Actualmente, la industria en general atraviesa un momento de transformación digital en el que todos y cada uno de sus actores se ve inmerso. El ámbito marítimo también está inmersa en dicha transformación, dando lugar a la configuración del astillero 4.0: interconectado, tecnológicamente avanzado y competitivo. “El astillero 4.0 no es un fin en sí mismo, es una ayuda que nos debe servir para que todos los procesos, actividades y productos que tenemos actualmente nos lleven a un nivel superior al de nuestros competidores. Es decir, ser capaces de ofrecer un producto en el mercado que se adapte mejor a las necesidades de los clientes y a un coste más bajo”, indica Jorge Filgueira, exdirector del Astillero Ría de Ferrol de Navantia.

A este respecto, Filgueira ha resaltado la importancia de movernos e interactuar en un escenario de forma sostenida y sostenible, teniendo en cuenta cuatro aspectos clave en este proceso de transición hacia un nuevo modelo de astillero: el producto, los procesos, la sostenibilidad y las personas. Para el portavoz de Navantia, la tecnología ha sido decisiva para la creación de productos con un mayor valor añadido, más avanzados y más competitivos. Para su desarrollo se considera fundamental que el cliente esté también preparado para recibir ese producto y operar con él al máximo de sus posibilidades. “La tecnología digital nos tiene que permitir hacer las cosas bien a la primera”, apunta.
Para que todo este engranaje funcione, es de vital importancia el conocimiento y la experiencia, por lo que las personas pueden considerarse la base fundamental de todo el proceso.

De la misma forma, dada la gran cantidad de datos a compartir por todos los integrantes del proyecto, la ciberseguridad se convierte en uno de los factores decisivos. “Si la ciberseguridad no está asegurada, el proyecto no vale nada”, indica Filgueira.

Aprendizaje como base del conocimiento
Dentro del fenómeno de la industria o astillero 4.0, el aprendizaje es una parte fundamental para desarrollar el conocimiento necesario que guíe un modelo de gestión exitoso. Según explica Rafael Callamand, Capitán de Navío y vicepresidente de Tecnología y Operaciones de Cotecmar, la compañía detectó a través de un análisis prospectivo la necesidad de poner en marcha proyectos de innovación que impulsen un desarrollo tecnológico y puedan ser una solución a las brechas detectadas en este ámbito.

En el seno de esta iniciativa, nace en Cotecmar el reto del astillero 4.0. Así, la compañía ya implementa en su actividad tecnologías como los robots, la realidad virtual o la realidad aumentada.

Al igual que Filgueira, Callamand coincide en la vital importancia de la ciberseguridad y las personas en esta transformación.

Transición ecológica
En esta nueva era, la digitalización y la competitividad van aparejadas a la transición ecológica. A este respecto, desde la compañía de ingeniería, Ghenova, considera que existen tres drivers fundamentales. “El primero son las 0 emisiones de las industrias marítimas en el 2050 y 100 % de energía renovable. El segundo sería la propia transformación digital, el astillero 4.0, pero, además, los buques inteligentes. El tercero es la experiencia total, la de los usuarios, clientes, empleados, operarios, etc. En este sentido, desde Ghenova vislumbramos grandes oportunidades y creemos que, dada la importancia de la economía azul, vendrán unos años de prosperidad, no sin riesgos ni desafíos”, indica José de Lara, director de la División Digital de Ghenova.

Para el representante de Ghenova, esta transición debe hacerse de manera sincronizada y armonizada mundialmente. Además, está muy ligada a la digitalización, siendo muy importante para la mejora de la eficiencia y eficacia de los sistemas. “Entendemos que es imprescindible un conocimiento profundo de los distintos sectores (naval, defensa, energía…), combinar capacidades de ingeniería con un conocimiento multifísico que permita hacer esas simulaciones que nos puedan ayudar a anticiparnos al futuro, predecir y actuar antes, para mejorar los activos, su operación, su vida y también eliminar esa huella ecológica”, recalca de Lara.

Teniendo en cuenta la complejidad de la industria naval, así como la singularidad de sus buques y la exclusividad de los sistemas que integran, hacen que el astillero 4.0 sea concebido como inteligente, flexible, reconfigurable y conectado con el propio activo para incrementar su valor y hacerlo competitivo frente a otros.

“El éxito de la digitalización va a depender del conocimiento y de la ingeniería asociada a los procesos y operaciones. El dato es el oro del futuro”, concluye José de Lara.

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