El proyecto europeo BIOFAD, coordinado por AZTI que comenzó en agosto del 2017 y se prolongará hasta mayo del 2019, testará la utilización de materiales biodegradables de origen natural, como por ejemplo el algodón, para la construcción de BIOFADs (Dispositivos Concentradores de Peces-DCPs biodegradables y no-enmallantes) con el fin de proponer soluciones que permitan minimizar los impactos negativos que estos pueden generar en los ecosistemas marinos.
Actualmente, los DCPs se construyen con materiales sintéticos, como las redes de nylon de luz de mallas pequeñas o configuradas para evitar el enmalle de especies sensibles, que al tener un ciclo de vida largo aumentan los potenciales efectos negativos que pueden generar en el medio marino…
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