Puertos y Navieras.- Como ha venido advirtiendo Puertos y Navieras, el eje central de la reclamación de los estibadores se había puesto en evidencia en su petición número 4, la verdaderamente importante del preaviso. A saber que Anesco o las empresas por sí mismas garantizasen el empleo de los estibadores.

No se fían de los malabarismos legales que el Ministerio de Fomento les ha ofrecido al “encerrar a las empresas en el corralito de las actuales Sagep”, de las que forzosamente no podrán salir incluso cuando se conviertan en centros de empleo portuario, CEP. Los estibadores, como sagaces tratantes quieren la firma de la abuela o la suegra y que responda con todas las joyas de ese compromiso.

Si cabía alguna duda a los ingenuos observadores o a los que leen otros medios que les confunden, la clave está en la misma rueda de prensa que dio Antolín Goya junto a Miguel Rodríguez desde Tenerife.

En toda la perorata del líder sindical, que se le da bien hablar porque tiene unas formas suaves y convincentes, el único momento donde se le vio flaquear y desfondarse fue al referirse a que la petición que habían hecho a Anesco, ya la habían comunicado las empresas, que solo iba a motivar un conflicto. Es decir, que es lo último que les podrían pedir porque no lo podrían hacer aunque estuviesen deseosos de darle a Coordinadora y Antolín el mejor de los triunfos.

Antolín y Miguel Rodríguez no son tontos y saben que pedirle al CEO de una Sociedad Anónima que firme ese papel es harto difícil sino está enmarcado con una negociación del Gobierno y otro tipo de acuerdos, una especie de Pactos de la Moncloa, porque muy pocos consejeros delegados de una sociedad se atreverían a firmar eso sin temor a que sus accionistas les pusiesen inmediatamente una demanda por administración desleal.

Además, jurídicamente eso de mantener el empleo en términos económicos siempre necesita de acotación. ¿Es de por vida? ¿Para siempre? ¿Mientras vivan esos estibadores?¿Mientras estén activos los patas negras? ¿En qué ámbitos de las empresas? ¿Y qué pasa si esa empresa monta una filial o los accionistas montan otra empresa, se extiende a esas otras empresas?

En fin, un sin número de preguntas que atormentarían a cualquier jurista, y que los mismo juristas Víctor Díaz y sus catedráticos de La Laguna saben que es imposible demandar a las empresas individualmente.

El que lo firme Anesco puede ser también algo que si no se enmarca dentro de la firma de un convenio colectivo que tenga rango legal, puede ser otro brindis al sol porque podrá estar sujeto a que los socios demandasen a la cúpula de Anesco o a su director general por firmar tal papel sin su consentimiento.

Por tanto, el problema vuelve a la casilla 0 del juego de la oca al que se han sometido las partes desde hace cuatro meses. Es decir, que cada uno juega sus dados sin hablar con el contrario y van moviendo las fichas como si jugasen juegos paralelos.

El ministro y su equipo, con su forma de gobernar este asunto, han perdido, si es que en algún momento la tuvieron, la confianza de los interlocutores, pero no la quieren hasta después de que se apruebe el Real Decreto número uno, después ya verán.

Los estibadores no se fían del Gobierno, pero aun se fían menos Anesco, lo que pasa es que no lo dice. En este clima de profunda desconfianza, exacerbado además por no hacer gestos patentes de negociación con los sindicatos, hacen que esas cuestiones que siempre son inherentes a los pactos y a los contratos, que es la intención y la buena voluntad, la buena fe de cumplirlos, sea escasa en estos momentos.

El Gobierno insiste en no desplegarla y algunos piensan que es una cuestión táctica hasta que tenga aprobado el Real Decreto, pero las formas son las formas, y no parecen fáciles de cambiar. Son como las inclinaciones juveniles que siempre afloran después.

En este caso, Coordinadora no se fía un pelo, los empresarios tampoco, y así a fuerza de “jurismos”, juristas y letra pequeña va a ser difícil ganarse la confianza del colectivo de estibadores para que esto no cueste una larga huelga a los puertos españoles.

La guerra ha empezado y se centra como ya se ha visto en Valencia con colapso del puerto, los barcos se irán a Barcelona hasta que estalle la guerra interna de Coordinadora que está en tensión con esto entre halcones y palomas. A los catalanes ya los llaman palomeros y esquiroles, la presión sobre Jordi Aragunde y Xavi empieza a ser máxima.

Fuente: Puertos y Navieras
http://www.puertosynavieras.es/noticias.php/Coordinadora-quiere-que-firme-la-%22abuela-rica%22-y-que-avale-con-sus-joyas.–No-les-basta-el-%22corralito%22-de-las-Sageps.–Y-lo-que-no-puede-ser,-adem%C3%A1s-es-imposible.–Por-los-Fareros./82732

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