LA VOZ.- Aprovechaba la merma que sufría el carallote comprado en Cangas para colar el portugués.

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) se incautó en O Morrazo de 1.200 kilos de pepino de mar y desarticuló un entramado comercial que se dedicaba a la compra, elaboración y exportación irregular de esta especie, muy cotizada en el mercado gastronómico asiático por sus propiedades afrodisíacas y por su utilización para tratamientos médicos. Los agentes tuvieron conocimiento en octubre pasado de que a través de algún puerto de Galicia se estaba introduciendo pepino de mar procedente del sur de Portugal, donde está prohibida su captura. Una vez desembarcado, se mezclaba con otras partidas capturadas legalmente por embarcaciones de la comarca de O Morrazo y se exportaba a Estados Unidos, desde donde lo hacían llegar al mercado chino.

El modus operandi se basaba en aprovechar la pérdida de peso que sufrían las capturas que realizaban las embarcaciones de Cangas, que es la única localidad de la zona de O Morrazo con plan de extracción autorizado (hasta 100 kilos diarios por barco). Así, se suplían esas mermas con el pepino de mar que entraba de Portugal, de tal manera que la mercancía que finalmente se exportaba iba amparada con la documentación y la facturación de las capturas españolas, cuando en realidad el 75% del producto era portugués.

Detención

La investigación llevó al Seprona a una nave situada en la parroquia de Meira, en Moaña, dedicada a la transformación de productos de pescado, donde se almacenaba y se distribuía el pepino de mar después de pasar por varios procesos, como los de evisceración, limpieza, salazón y congelación. Se inmovilizaron 1.220 kilos de pepino de mar, después de que el responsable de la empresa no acreditase el origen del producto intervenido.

A raíz del resultado de esta inspección, el Seprona procedió a la detención de la persona que había adquirido la mercancía, B. V. E., de 27 años, vecina de Moaña. También investigaron a su pareja sentimental, H. E. A., de 30 años.

A los dos se les acusa de sendos delitos de falsificación de documento mercantil y usurpación de estado civil. Presuntamente, estas dos personas gestionaban su actividad comercial con el nombre, e incluso la rúbrica, del titular de otra empresa que estaba habilitada para la importación y exportación de productos procedentes del mar.

En el marco de la misma investigación, y a raíz de la inspección realizada en la nave, se detectaron una serie de irregularidades relacionadas con la normativa de residuos y vertidos, el etiquetado de la mercancía, riesgos laborales, derechos de los trabajadores y la gestión de subproductos animales no destinados al consumo humano, que ya han sido denunciadas por la vía administrativa.

Para esta investigación, el Seprona contó con el apoyo técnico de los inspectores del Servicio de Sanidad de la Xunta y, más concretamente, del Servicio de Control de Riesgos Industriales.

Fuente: LA VOZ
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/maritima/2017/03/10/apresan-moanesa-blanquear-pepino-mar-luso-enviarlo-china/0003_201703G10P38991.htm

 

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