Un un nuevo proyecto para adquirir un nuevo portaaviones y su dotación aérea ocupará la tercera posición en la prioridad de adquisiciones de la Marinha do Brasil, después de PROSUB o programa para la construcción de un submarino nuclear y el programa de construcción de las corbetas de la clase Tamandaré. El coste de este nuevo buque y su dotación de aeronaves será sustancialmente inferior a la modernización del portaaviones Sao Paulo y la adquisición de nuevos aviones compatible con él, como el avión AF-1 que estará al final de su vida operativa cuando la modernización del Sao Paulo hubiera finalizado.
El Sao Paulo se incorporó a la Marinha en el año 2000 cuando se adquirió a la Marine Nationale francesa el portaaviones Foch al efecto de reemplazar al antiguo y desfasado Minas Gerais, que se encontraba al final de su vida activa y propiciar así la evolución de las operaciones aéreas con el uso de aeronaves de ala fija A-4 Skyhawk.
A pesar de contar con 37 años de servicio activo en el momento de la adquisición, el buque ha cumplido su misión a plena satisfacción durante los primeros años de actividad en la armada brasileña, sirviendo perfectamente al proposito de adquirir los conocimientos necesarios para operar aviones de alto rendimiento operativo.
Hasta que la marina reciba un nuevo portaaviones, la capacidad para llevar a cabo las operaciones navales con aviones de ala fija se llevará a cabo mediante el uso de los aviones de la armada basados en tierra y con la colaboración de marinas extranjeras que tengan la capacidad para operar con ese tipo de aeronaves.
Desde su adquisición en 2000, el portaaviones Sao Paulo fue objeto de un fuerte debate entre los que estaban a favor y en contra de su incorporación a la Marinha do Barsil. El buque cumplió su misión a la perfección hasta 2005, cuando sufrió una rotura en una tubería de vapor, lo que causó varios muertos y heridos entre la tripulación.
Tras el accidente, el barco fue sometido a importantes reparaciones e hizo algunas salidas a la mar para pruebas en 2007 y 2011. Con el fin de volver a estar en servicio con plenas garantías de operatividad, el Sao Paulo tendría que cambiar totalmente todo su sistema de energía y propulsión, lo cual dada la situación del país se ha convertido en económicamente prohibitivo.
La adquisición del portaaviones Sao Paulo tuvo lugar poco después de la compra por parte de la Armada en 1997, de un lote de aviones de ataque A-4KU Skyhawk procedentes de la Fuerza Aérea de Kuwait, para poder volver a disponer de una fuerza aeronaval con capacidad de usar sus propios aviones de ala fija.
Ahora, sin portaaviones, la Marina continuará operando sus aeronaves de ala fija de la tierra, con la esperanza de que en el futuro de Brasil pueda afrontar la construcción de su propio portaaviones.
Fuente: diariodenautica
http://www.diariodenautica.com/noticia/19922/fuerzas-navales/los-altos-costes-de-modernizacion-obligan-a-brasil-a-renunciar-al-portaaviones-sao-paulo.html
