Se trata de una neblina tóxica denominada neblumo o esmog, que contiene humo y partículas en suspensión, propia de las ciudades industriales, acerca de lo cual responsabilizan al funcionamiento de los automotores, cuando es una problemática que debiera asumir la empresa de logística.
Poco más de un 90% del traslado de mercancías se hace por vía marítima y durante la singladura se quema casi un 10% de la producción mundial de petróleo, mediante el funcionamiento de los equipos diésel, pues pese a una carga algo más escasa cada vez, las navieras operan con buques de eslora máxima de hasta unos 400 metros, a fin de economizar sin que se genere carga capaz de ocuparlos, totalmente.
Es un desajuste progresivo, que provoca la caída de precios, además de llevar al limite la rentabilidad de operaciones del sector, así como de las empresa de logística, por lo que ahora deben apelar a las fusiones; las que no, se ven abocadas a la quiebra, ante la crisis tan severa que, hoy día, vive el sector dentro del ámbito del comercio mundial. No obstante, las empresas logísticas dedican tiempo suficiente a objeto de lograr una alternativa sostenible, que ponga en jaque la cultura del petróleo, ya que según cifras de la Organización Marítima Internacional, el petróleo genera emisiones de hasta un 15% de óxido de azufre a escala mundial. Y, en relación con el óxido de nitrógeno, entre un 18% y un 30%.
El empleo del gas natural licuado (GNL) por el fueloil, combustible que usualmente utilizan los buques, proporcionaría una reducción considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Pues son buques que pudieran responder a la necesidad ingente de barcos ecológicos, proyecto a complementarse mediante la ejecución de los puertos verdes.
Fuente: NAUCHERglobal
http://www.naucher.com/es/actualidad/combustibles-opcionales-para-las-operaciones-portuarias/_n:5822/
