Pasaron casi noventa días, en pleno invierno, acampados delante de la sede de la Xunta en Santiago. Pedían un reparto de cuotas justo. Representantes de 95 barcos del cerco de Galicia durmieron casi al raso entre el 20 de octubre del 2015 y el 10 de enero del 2016 en defensa de su sector. Un año después, la Asociación de Armadores del Cerco de Galicia (Acerga) ha levantado un monolito en el mismo lugar en el que durante casi tres meses se levantaron las tiendas de campaña.
Allí estuvo Tito, de Pontedeume. Pasaba una de cada tres jornadas. «Eran días tristes porque non vías interese». Mereció la pena porque era lo que había que hacer, protestar, «pero non nos valeu de moito». Lo mejor, recuerda, fue la unión de todos, lo peor no era el frío «era a situación». Lo mismo opina Sito, de Cesantes, en Redondela, «eu penso que serviu de pouco ou de nada», cuenta. No fue cómodo estar, «tirado acampados e sen traballar. Non é o noso».
Las cuotas, afirma, siguen siendo insuficientes, pero insiste en que mientras el sector esté unido «aínda vale de algo».
Andrés García, representante de Acerga, defiende que la protesta sirvió para lograr un reajuste de las cuotas y que haya un mínimo por barco, aunque coincide en que desde luego «non era o obxectivo que queriamos».
Al acto de inauguración del monolito asistieron un centenar de personas y el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, que siempre defendió la protesta. De hecho desde Acerga agradecieron que durante esos casi tres meses el Concello «proveunos dos medios necesarios, e iso foi o que permitiu que durase tanto». El regidor compostelano respondió que el Ayuntamiento «fixo o que tiña que facer, acompañar á xente que fixo o sacrificio de pelexar por algo que era de lei». En el monolito se han inscrito los nombres del casi centenar de barcos cuyos marineros participaron en la protesta, «e esperamos non volver», dicen.
Fuente: LA VOZ
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/maritima/2016/12/18/span-langglacampar-serviunos-pouco-ou-span/0003_201612G18P38993.htm
