Hasta ahora, esta opción permanecía cerrada por requerimientos normativos –entre los que destaca el ‘Jones Act’– que restringen, especialmente para la navegación de cabotaje, la posibilidad de que Estados Unidos contrate la construcción de buques fuera del país.
Con el actual proceso de negociación del Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión –conocido por sus siglas en inglés TTIP– como telón de fondo, que busca una apertura del mercado entre la Unión Europea y los Estados Unidos para incrementar el comercio y la inversión, el sector naval europeo ha transmitido de primera mano a los principales grupos de presión norteamericanos los beneficios que supondría a ambos lados del Atlántico una apertura del mercado de la construcción naval.
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