«Pois tampouco é tan grande». «Eu teño navegado nun bastante maior, un petroleiro de 300 e pico metros». «Ao seu lado aquel [el pequeño mercante Grace S] parece unha chalaniña»,… Sobre el hormigón del puerto de Brens, desde Cubiles o incluso en el faro Cee, a donde algunos se desplazaron para ver su llegada, la visita del Geor Oldendorff, el mayor mercante que ha recibido nunca el muelle ceense, con sus imponentes 230 metros de eslora y 81.400 toneladas -más que el Prestige pese a que no es tan largo- se ha convertido en las últimas horas en un acontecimiento multitudinario y objeto de todo tipo de comentarios.
Si ya el domingo por la noche fueron decenas las personas que se acercaron a verlo, ayer, pese a la constante lluvia, el viento y el frío esa afluencia se contó por centenares.
Grupos de amigos, muchas familias con niños y, sobre todo, gente relacionada con el mar, que no quiso dejar pasar la oportunidad de ver este gigante del mar prácticamente de estreno, ya que fue botado en junio del año pasado. Ante todo ellos, la tripulación, con un capitán alemán e integrada fundamentalmente por ucranianos, filipinos y marineros africanos, no salía de su asombro por la expectación generada.
