Aunque no es de esperar que durante las horas de la noche del 2 al 3 de febrero pueda sucederle al MODERN EXPRESS algún imprevisto, lo cierto es que la situación de la escora, cercana a los 40 grados a estribor, ha constituido un permanente temor de naufragio durante todos los día que ha durado el siniestro.
Si no surgen condiciones que lo impidan, está previsto trasladar al buque, con helicóptero, a los técnicos de Smit Salvage sobre las nueve de la mañana del miércoles día 3 de enero, para iniciar la aproximación, entrada y atraque en el puerto exterior de Bilbao. Los salvadores aceptaron la práctica totalidad de las condiciones impuestas por la Dirección General de la Marina Mercante para la operación (sugeridas por el comité técnico constituido en la Capitanía Marítima de Bilbao), y matizaron algunos extremos, que quedaron consensuados en la reunión que mantuvieron en la tarde de hoy con los técnicos de Marina Mercante.
Además de la garantía previa de más de 21 millones de euros, resulta destacable el papel fundamental que los prácticos del puerto de Bilbao han de tener en la maniobra de entrada del MODERN EXPRESS, en la que está previsto que participen hasta cuatro prácticos.
Una vez atracado, los salvadores han previsto la descarga y adrizamiento del MODERN EXPRESS antes de evaluar su estado general y solicitar el despacho de salida de puerto. En esa evaluación habrá de participar la sociedad de clasificación, Korean Register of Shipping, la Autoridad Marítima de Panamá (que ya ha anunciado que investigará las causas y desarrollo del siniestro de acuerdo con lo previsto en el Código OMI de investigación de accidentes marítimos), y, por supuesto, los inspectores marítimos de la Capitanía de Bilbao, que tendrán la última palabra.
La intervención de las autoridades marítimas durante el siniestro del MODERN EXPRESS, desde el primer momento, ha resultado un completo éxito para el prestigio de España en el mundo. Sasemar se encargó con éxito del rescate de la dotación del car carrier. Mañana, si como es de prever el buque atraca en Bilbao, la DGMM se habrá apuntado un tanto de muchos quilates a nivel internacional. Además, no pocas empresas del sector marítimo habrán tenido oportunidad de mejorar, o al menos poner a prueba, la calidad de sus servicios; y de darle oxígeno a su cuenta de resultados.
