El amplio dispositivo de búsqueda de los dos marineros desaparecidos en Cíes tampoco dio sus frutos ayer. Las malas condiciones del mar impidieron el trabajo de los buzos, que tan solo pudieron hacer inmersiones en apnea de prueba en las inmediaciones del islote Boeiro.
Las fuertes corrientes y olas de hasta 4 metros les obligaron a regresar a puerto y está previsto que vuelvan a intentarlo entre el miércoles y el jueves, para cuando se espera una mejora del tiempo. Se está preparando para entonces una acción conjunta de un grupo de especialistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil así como submarinistas de de Salvamento Marítimo con base en Fene que tratarán de rastrear el fondo marino, muy rocoso, para descartar que los pescadores estén allí.
En la jornada de ayer se desplegó un amplio dispositivo de búsqueda por mar y por aire que abarcó el entorno de las Cíes, Monteferro, Islas Estelas, Baiona, Costa da Vela, Ons y se extendió hasta A Lanzada, en O Grove. Participaron tres helicópteros -el “Pesca 1”, de la Xunta; el “Helimer 209”, de Salvamento Marítimo; y el “Ángel”, de la Policía Nacional. En cuanto a los medios marítimos, rastrearon las zonas el buque “Salvamar Mirach” y el remolcador “María Pita”, de Salvamento Marítimo; las embarcaciones “Paio Gómez Chariño” y “Sebastián Docampo, de la Xunta; y la patrullera “Corvo Mariño”, de la Guardia Civil. También se sumaron al operativo numerosas embarcaciones privadas, como la del padre de unos de los desaparecidos (Borja Alonso) que es el expatrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Vigo, Julio Alonso, así como familiares y amigos de los dos pescadores. “El mar no está como para bajar, a ver si hay suerte el viernes. Todo se nos puso en contra, cada día va a peor la situación desde el naufragio y tampoco es cuestión de arriesgar”, lamentaba en declaraciones a la TVG.
Fue el propio Alonso el que dio la voz de alarma el viernes a última hora de la tarde al ver que su hijo Borja y el portugués Filipe Manuel de Brito Carvalho, de 33 y 30 años de edad, no regresaban. Habían salido a bordo de la planeadora “Látigo” a pescar lubina en el entorno de Cíes y el sábado fue localizada la embarcación así como restos de la misma junto al islote Boeiro.
Por otra parte, el obispo de Tui-Vigo y promotor del Apostolado del Mar, Luis Quinteiro, ha enviado a las familias de los dos marineros desaparecidos un mensaje “de misericordia, de solidaridad y de cercanía” y su apoyo ante esta situación de “angustia y dolor”.