Se trata de un programa denominado Plan de cuarentena que se está llevando a cabo en el acuario de Loro Parque, en Tenerife, y que consiste en un trabajo de desparasitación, adaptación a la alimentación, control de evolución y crecimiento de las especies elegidas para el Poema del Mar.
En esta tarea trabaja día a día Alberto Castellanos, conservador responsable de la colección biológica del Poema del Mar, que ya cuenta con ejemplares de 14 especies que han ido llegando de manera gradual. «Es un trabajo minucioso e importante que llevamos a cabo bajo la supervisión diaria de Christoph Kiessling –vicepresidente de Loro Parque–», dice Castellanos. El propio Kiessling reconoce que han puesto «todos los medios necesarios» en esta estructura para que «los animales estén en las mejores condiciones durante su crecimiento», afirma.
El proyecto, que comenzó en agosto del año pasado, cuenta con 41 tanques de cuarentena que varían de tamaño –desde 1,25 metros cúbicos (1,2 de diámetro) hasta el de 66 (10 metros)–, y que en total suman medio millón de litros destinados en el cuidado y adaptación de los animales. En estos tanques viven los primeros habitantes del Poema del Mar y lo hacen «con las máximas garantías», según Castellanos. En estos momentos ya cuentan con 50 ejemplares de goliat, 5 esturiones, peces ciegos, pez parados, cabeza de serpiente, dos rayas gigantes, pez cuchillo, pangas sutsi, carpas gigantes, meros, ratón y chuchos. Cuando llegue el momento, se trasladarán las mismas a Gran Canaria junto a los tanques de cuarentena para seguir ese trabajo ya en su nuevo hogar: el acuario Poema del Mar.
