El presidente de la ESPO, Santiago Garcia-Milà, quien también es subdirector de estrategia y comercial del puerto de Barcelona y presidente de la Asociación Internacional de Puertos (IAHP) fue el encargado de inaugurar la ceremonia del premio. Durante su discurso de bienvenida, Garcia-Milà destacó las grandes prioridades que marcarán la agenda de la entidad el próximo año: las inversiones en los puertos y los mecanismos de financiación; la facilitación del comercio y la armonización de procesos; la sostenibilidad y la regulación europea de puertos.
Para el máximo representante de la ESPO, “necesitamos definir una estrategia que nos permita dar respuesta a la realidad actual, marcada por los cambios constantes. Los puertos deben ser transparentes, pero también deben tener autonomía financiera para decidir cómo invertir y cómo gestionar los ingresos. Los puertos deben tener la posibilidad de establecer sus propias tarifas y definir la calidad de sus servicios”.
Reconocimiento a la divulgación y la educación
La implicación de los puertos con las escuelas y universidades locales era el tema principal de la séptima edición del premio ESPO que se entregó ayer. Dublin Port Company ganó el galardón por su programa de apoyo educativo a las comunidades portuarias, que ayuda a incrementar las oportunidades laborales entre colectivos desfavorecidos que en el pasado proveían el puerto de mano de obra. La iniciativa da respuesta al empobrecimiento que han sufrido diversos colectivos portuarios por la merma de opciones laborales provocada por la mecanización de la manipulación de mercancías a partir de la década de los 60.
“La economía y la sociedad están cambiando a mucha velocidad y hay, por tanto, adaptar los requerimientos y capacitaciones laborales. Hoy en día hay trabajos que no existían hace diez años. Lo mismo ocurre en los puertos: nueva maquinaria, barcos más grandes, digitalización del transporte, nuevas regulaciones medioambientales, cambios en el modelo energético… Son cuestiones que implican nuevas capacidades y nuevos retos, pero también nuevas oportunidades. Si los puertos son capaces de comunicar la gran variedad de trabajos y habilidades que requieren, podrán ayudar a los jóvenes a prepararse ya tener éxito en este mundo cambiante “, manifestó Santiago Garcia-Milà.