La escasez de cuotas es uno de los mayores “lastres” del sector pesquero, un problema que lo condujo, según denuncia, a una situación “límite”. Armadores de diversas flotas de pesca de litoral (como el cerco, el trasmallo, la volanta o el palangre) de toda España debaten desde hace meses -a través de grupos de Whatsapp y redes sociales- la posibilidad de realizar una protesta conjunta para reclamar un incremento de sus posibilidades de pesca. Una de las propuestas con más peso es realizar un amarre colectivo de todas las flotas con el objetivo de desabastecer de pescado el mercado. “Llevamos una temporada comentando ese tema. Hay mucha gente que opina que nos deberíamos unir para ejercer más presión. De momento son solo comentarios pero que cogen más peso cada día porque la gente está harta”, declaró el armador cedeirense Ricardo Villar, que comenzó el pasado domingo la concentración de un grupo de volanteros gallegos frente al edificio de la Xunta para exigir una reunión con la conselleira do Mar, Rosa Quintana.
En cambio, el Ejecutivo gallego critica las formas de los volanteros y se muestra sorprendido por esta protesta. “No entendemos esta manera de actuar y menos aún que haya quien intente sacarle rédito político a sabiendas de que el reparto de cuotas contó con el visto bueno del sector”, declararon fuentes de Mar. “No entiendo la acampada. Me gustaría que la gente tuviese un poco de sentido común porque no teníamos constancia de ninguna petición de reunión ni del descontento de la flota”, añadió por su parte Quintana.
Armadores de unos 15 barcos de volanta -de los 31 que hay en Galicia- permanecen desde el pasado día 20 acampados frente al edificio de la Xunta para denunciar la “ridícula cuota” de merluza con la que cuentan y que les impide, según denuncian, sobrevivir. “Pasaremos la noche aquí y no nos moveremos hasta que nos den una solución”, declaró por su parte el armador laxense del Martín Daniel, Suso Domínguez.
Mientras, el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, el malpicán Genaro Amigo, decidió también ayer amarrar su volantero pero critica la forma de actuar de sus compañeros. “No me gusta cómo se hicieron las cosas. Deberían haber solicitado antes la reunión con la Xunta y no acampar primero. Las cuotas son escasas pero ya desde 2010. Las aceptamos porque no nos quedó más remedio”, aclaró. Esta protesta de los volanteros gallegos se une a las ya realizadas por el cerco, que reclama desde comienzos de agosto un incremento de las posibilidades de pesca de anchoa en la zona IXa -desde Fisterra hasta el golfo de Cádiz-. La última de estas concentraciones se produjo en Portosín, en la que medio millar de marineros y armadores protestaron para exigir que el Gobierno cumpla la promesa de incrementar el cupo del anterior secretario general de Pesca, Carlos Domínguez.
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