CANARIAS7. La obra del acuario marcha a buen ritmo. En apenas diez días comenzará a levantarse las paredes del Poema del Mar. Sin embargo, la clave del proyecto está en el ventanal de la exhibición del gran océano. Ya se está trabajando en Italia en su construcción. Se trata de un cristal de 140 toneladas de peso.

Las obras de construcción del acuario Poema del Mar en el muelle de Sanapú empiezan a tomar forma. El vicepresidente del grupo Loro Parque, Christoph Kiessling, explicó a este periódico que en el plazo de diez días comenzarán a asomar los primeros muros del edificio.

En estos momentos, los trabajos se centran en la cimentación y en la preparación de la que será la mayor de las exhibiciones del acuario, la del gran océano.

«Es una isla que sobresale en la excavación y que está entre tres y cuatro metros por encima del nivel más bajo del pilotaje», explicó Kiessling. La excavación llega hasta los doce metros de profundidad como media.

La planificación de la obra trata de dejar todo preparado para la llegada de la pieza más delicada de toda la construcción, el gran ventanal, la seña de identidad del Poema del Mar, no en vano será el segundo mayor del mundo.

La construcción de este acrílico ha sido encargada ya en Italia y se espera que un plazo de diez meses pueda estar ya terminada y rumbo a la capital grancanaria.

Se ha organizado el traslado en dos piezas, cada una de setenta toneladas de peso -si se cuentan también el montaje de protección- y unas dimensiones de dieciocho metros de largo por siete metros de alto. Al llegar a la ciudad, la misma empresa que las está construyendo las unirá con una junta química que será sometida a un proceso de secado con un horno especial.

«Cuando están unidas las dos partes, hay que llevarlas dentro de su marco. Es una operación muy complicada», reconoce el vicepresidente del grupo Loro Parque, «los paneles hay que moverlos dentro de su marco y asegurar que no se muevan con la presión del agua, empujándolos dentro de su marco».

«Estas 140 toneladas hay que moverlas sin hacer un rallajo», prosigue Christoph Kiessling. Y advierte de que «en el caso de que se rompa la ventana, el retraso será de un año prácticamente. Es lo más peligroso».

Una de las curiosidades que tendrá este acuario es que el visitante no verá el fondo al mismo nivel de sus pies, sino que el tanque se irá hundiendo para acentuar la sensación de profundidad.

El resto de los acrílicos tienen dimensiones inferiores a la de esta exhibición y así el manejo se facilita mucho.

 

http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=382018

 

Be Sociable, Share!