- Alejandro Aznar, elegido nuevo presidente de ANAVE por 3 años.
- Vicente Boluda recibió el Premio CARUS Excellence 2015.
- Adolfo Utor: “Las empresas navieras españolas pedimos de la Administración la máxima colaboración, consulta y transparencia a la hora de adoptar nuevas normas que nos afecten.”
LOS PRESIDENTES DE PUERTOS DEL ESTADO Y DE ANAVE, CLAUSURARON LA ASAMBLEA DE LA ASOCIACIÓN.
El Presidente de Puertos del Estado, José Llorca, y el presidente saliente de la Asociación de Navieros Españoles, Adolfo Utor, han pronunciado hoy sendos discursos en el acto de clausura de ANAVE, que ha tenido lugar en el Hotel Ritz de Madrid, tras el cual tuvo lugar un almuerzo, patrocinado por Bergé Infraestructuras y Servicios Logísticos y Carus BPS.
Al acto asistieron numerosas autoridades, como los diputados Andrés Ayala y José Segura, y el director general de la Marina Mercante, Rafael Rodríguez Valero; junto con una amplia representación de empresas e instituciones de los diferentes sectores marítimos españoles.
ANAVE entregó a los asistentes el anuario estadístico Marina Mercante y Transporte Marítimo 2014-2015, con los datos e indicadores más relevantes del sector, que puede descargarse de la web de ANAVE, en español o en inglés, en http://www.anave.es/marina-mercante/81-marina-mercante.
El acto se inició con la entrega del CARUS Excellence Award 2015 al empresario naviero Vicente Boluda Fos por parte de John Bertell, Sales Manager de CARUS. El Consejo de Carus España decidió otorgar el premio de este año a Vicente Boluda, que entre otros cargos es miembro de la Comisión Permanente de ANAVE y de la de la Asociación Naviera Valenciana, por su excelencia en la dedicación al sector marítimo.
A continuación, Adolfo Utor, que se despide de la presidencia de ANAVE después de 6 años en el cargo, inició su discurso felicitando al presidente del Grupo Ibaizabal, Alejandro Aznar, que ha sido elegido nuevo presidente de la asociación para los próximos 3 años, e informando de la noticia del reingreso en la Asociación de Cía. Trasmediterránea, hecho que permite a ANAVE “volver a representar a la generalidad del sector naviero español, algo especialmente importante en la situación actual, en la que conviene que el sector esté lo más unido posible”.
Utor hizo un breve balance de su presidencia, que ha venido marcada por la crisis económica mundial, que ha afectado especialmente al sector naviero, y apuntó que el pasado año el mercado de fletes de petroleros se empezó a recuperar, pero no así el de los graneles sólidos cuyo indicador más importante el BDI marcó el valor mínimo histórico de los últimos 30 años en febrero de este año.
El presidente de ANAVE habló extensamente de los efectos del marco regulatorio en el sector, “especialmente en el terreno medioambiental, que cada año nos trae nuevas normas, con nuevos requisitos, que suponen más y más costes”. Pero lo peor es que, además, en muchas ocasiones estas normas no están claras y sitúan a los armadores en clara inseguridad jurídica, poniendo como ejemplo las normas sobre el límite de azufre en los combustibles o el Convenio de gestión de las aguas de lastre.
Por ello pidió colaboración a la Administración a la hora de elaborar dichas normas: “Las empresas navieras españolas pedimos de la Administración la máxima colaboración, consulta y transparencia a la hora de adoptar nuevas normas que nos afecten”. Concretamente, propuso que no se publicase ninguna norma sin dar un plazo razonable para que los armadores puedan prepararse para la misma y sin que se haya instruido previamente a las Capitanías Marítimas para su aplicación uniforme. Al mismo tiempo ofreció la plena colaboración de los servicios técnicos de ANAVE en este proceso de consulta previa.
Repasó los cambios que se han producido en el sector los últimos años, entre los que destacó la aprobación de la nueva Ley 14/2014 de la Navegación Marítima, la imposición por la Comisión Europea a España de revisar en profundidad el régimen de tasas portuarias, lo que se hizo mediante la ley 33/2010; la declaración de incompatibilidad del Tax Lease español con la normativa europea; o la reciente sentencia contra la legislación sobre el régimen de la estiba en los puertos españoles. Sobre este último asunto, Utor pidió que al definir el nuevo marco legal, “además de la opinión de las empresas y trabajadores del propio sector estibador, se tengan en cuenta debidamente los intereses de los usuarios de los mismos, es decir, de los cargadores y navieros, y que se establezca como objetivo prioritario conseguir la mayor eficiencia posible de los puertos españoles”. A continuación felicitó a Puertos del Estado por el Observatorio de los Servicios Portuarios “que nos está aportando datos muy interesantes precisamente sobre la eficiencia de los puertos españoles y claras pistas sobre cómo mejorarla”.
Utor instó a la Administración a tomar la iniciativa en dos asuntos de gran trascendencia para el sector: poner los medios para convertir a España en líder europeo en suministro de GNL como combustible marino y ratificar lo antes posible del Convenio de Hong Kong sobre reciclaje de buques. El presidente saliente de ANAVE concluyó su discurso con “dos malas noticias relativas al pabellón español”: por una parte, el descenso de la flota mercante española que “en sólo dos años y medio, ha perdido el 13% de sus unidades y nada menos que el 27% de su capacidad de transporte”, y por otra, la salida, después de 10 años, de la Lista Blanca del MoU de París. “Ésta última es una noticia muy negativa para los armadores de los buques de bandera española, porque traerá como consecuencia un endurecimiento de las inspecciones a los mismos en los puertos europeos”. Para conseguir volver cuanto antes a la Lista Blanca, Utor propuso “aumentar las posibilidades de la Administración marítima para delegar sus inspecciones
en Organizaciones Reconocidas, sobre todo en Sociedades de Clasificación, que son entidades de enorme capacidad técnica y prestigio internacional”.
Utor informó de que ANAVE ha presentado al ministerio de Fomento un informe que analiza la falta de competitividad del REC, identifica las razones causantes de este hecho y propone un conjunto de medidas en el ámbito técnico y laboral para invertir la tendencia negativa de los últimos años, algunas de las cuáles podrían aplicarse de forma inmediata si hubiese voluntad política para ello.
