España no prorrogará el actual acuerdo bilateral de pesca con Portugal que expira a finales de año, por lo que negociará un nuevo pacto en el que Xunta y sector exigirán que los arrastreros lusos descansen los fines de semana. El objetivo de esta decisión es que no existan desigualdades competitivas entre ambas flotas.
El secretario xeral do Mar, Juan Maneiro, señaló ayer durante la Comisión de Pesca y Marisqueo del Parlamento gallego que está pendiente una nueva reunión del comité de seguimiento del acuerdo entre ambos países, un encuentro en el que la Xunta llevará una postura común con el sector para acabar con la competencia “desleal” de la flota lusa. Los buques portugueses pueden faenar los fines de semana, a diferencia de las embarcaciones de Galicia, que permanecen amarradas y venden sus capturas en las lonjas de la comunidad los martes.
Maneiro explicó -en respuesta a una pregunta formulada por el PSdeG- que espera que el nuevo acuerdo pesquero entre España y Portugal (que entrará en vigor en 2016) atienda las reivindicaciones que la Xunta trasladó al Gobierno central y recordó que ese convenio no afecta solo a la flota de arrastre. El Ejecutivo gallego no está de acuerdo con que la flota portuguesa -unos 18 buques de arrastre, muchos de ellos propiedad de armadores gallegos- pueda trabajar en el litoral gallego los días de descanso de los barcos gallegos. “La postura del Ministerio de Agricultura es reconocer un trato igualitario”, afirmó Maneiro.
Precisamente, el arrastre gallego rechazó a finales de mayo unirse a la iniciativa del cerco para fijar topes de captura diarios en la pesca de jurel si esta medida no afectaba también a los buques de bandera portuguesa. De incorporarse la restricción de faenar en fin de semana en el nuevo pacto, los arrastreros podrían también establecer límites para la captura de esta especie, para mejorar su comercialización.
Mientras, el diputado del PSdeG José Ramón Val mostró su satisfacción por que no se prorrogue el acuerdo bilateral, aunque lamentó que no se revisara con anterioridad. “Espero que la nueva negociación sea efectiva por el bien del sector gallego”, indicó.
Maneiro atribuyó la ventaja del arrastre portugués para faenar los fines de semana a “determinadas influencias de personajes con capacidad para negociar y hacer propuestas al Gobierno luso”, sin especificar a quién se refería y descartó que España usase a la flota gallega como moneda de cambio.
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