La bahía capitalina será mañana testigo de la llegada, sobre las 11.00 horas, de una réplica exacta de L’Hermione, la fragata que en 1780 trasladó a Estado Unidos al general francés Lafayette, una figura que habría de ser decisiva en la lucha que emprendió ese país por lograr su independencia de la corona inglesa. Ahora, 235 años después y gracias a la iniciativa privada, el histórico viaje se recrea paso a paso, por lo que se incluye la escala que el militar galo realizó en Canarias.
«El proyecto recrea el viaje, por eso la escala en Canarias, ya que era lo que hacían los buques de la época para abastecerse antes de tomar rumbo a América», explica el cónsul francés en la capital grancanaria, Christian Perazzone, al referirse a la idea impulsada por la L’association Hermione-La Fayette, una entidad francoamericana, que hace posible la recreación de este viaje histórico y que la nave permanezca hasta el 6 de mayo en el muelle de Santa Catalina.
Pero este viaje es también fruto del empeño de una asociación de personas vinculadas al mundo marino que, en 1992, se propuso devolver a la ciudad francesa de Rochefort el papel destacado que tuvo desde el siglo XVII, como referente en la construcción de buques de guerra de madera.Así, tras años de recuperar los edificios que acogieron los antiguos astilleros, en 1997 se plantearon la empresa de recrear una de esas naves.La elegida fue L’Hermione, como explica Pierre German, enlace entre la organización francesa y española de esta escala histórica que acogerá la ciudad.
El proceso de construcción de esta nave se ha desarrollado siguiendo las técnicas propias de su época, el siglo XVIII, y empleando los mismos materiales.El resultado es una copia exacta que los aficionados a este tipo de embarcaciones podrán comprobar por sí mismos, ya que la nave podrá visitarse durante su estancia.
A juicio de Perazzone, la fragata que permitió que Lafayette se convirtiera en una figura decisiva para la independencia estadounidense y también de la revolución francesa, pues a su regreso, en 1785, llevó a su país las ideas nuevas que fueron el germen de la misma, «es un símbolo de la libertad», un derecho que estos días «está en entredicho» en muchos lugares.
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