El coste conjunto que va a tener que afrontar el sector marítimo durante los próximos diez años para cumplir los últimos requisitos medioambientales va a superar los 500.000 millones de dólares. Este hecho, según ICS, no se ha tenido suficientemente en cuenta cuando estas normas fueron aprobadas, por lo que piden a los reguladores internacionales y a los Gobiernos que en el futuro tengan más en cuenta la sostenibilidad económica del sector.
El director de política y relaciones externas de ICS, Simon Bennet, puso de manifiesto la amplitud y eficacia de la regulación internacional sobre el sector marítimo establecida por la Organización Marítima Internacional (OMI) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para alcanzar las metas de la ONU sobre el desarrollo sostenible.
En particular, destacó que el transporte marítimo es el único sector que tiene ya en vigor un régimen internacional obligatorio, aprobado por la OMI, para regular y reducir sus emisiones de CO2, gracias a las cuales, según un reciente estudio de la OMI, entre 2007 y 2012 las emisiones totales de CO2 del transporte marítimo se redujeron más de un 10%.
Hizo también referencia a las normas para reducir las emisiones de azufre y limitar los efectos de las especies invasivas mediante el Convenio de Agua de Lastre. El cumplimiento de todas estas normas está costando al sector miles de millones de dólares en inversiones, que resultan en muchos casos muy difícil compaginar con los bajísimos niveles de fletes que prevalecen en muchos segmentos del transporte marítimo.
En este sentido, “A menos que el sector marítimo sea viable económicamente no será capaz de llevar a cabo las inversiones en desarrollo medioambiental y social buscadas por los reguladores en beneficio de la sociedad”, dijo Bennet.