Según esta institución, entre 2001, cuando se fijaron los objetivos, y 2012, el último año del que se dispone información estadística, la cuota modal del transporte por vías navegables no registró un aumento significativo, y fluctuó en torno al 6%.
Para la entidad que fiscaliza las inversiones realizadas por parte de la UE, se considera que no se ha ejecutado eficazmente la estrategia de la UE para el transporte por vías navegables.
Los proyectos financiados por la UE que se examinaron no siempre eran pertinentes para los objetivos del transporte de mercancías por vías navegables, y solo unos cuantos mejoraron las condiciones de navegabilidad. Así, se eliminaron cuellos de botella aislados que siguieron rodeados de otros cuellos de botella; en consecuencia, el impacto de estos proyectos en el transporte por vías navegables fue escaso.
Todo ello se debe en parte, según el Tribunal, a insuficiencias en las estrategias de la UE para el transporte por vías navegables (que no se basaban en análisis suficientemente rigurosos y exhaustivos) y a un uso poco selectivo de los limitados recursos en la UE y en los Estados miembros. Además, los enfoques aplicados por los Estados miembros a este tipo de transporte no se ajustaban a los principales corredores. En sus estrategias, la UE no tuvo suficientemente en cuenta las consideraciones medioambientales y la atención prestada por los Estados miembros al mantenimiento de los ríos.
Según Iliana Ivanova, miembro del TCE responsable del informe, “Un solo carguero que navega por una vía fluvial sustituye a cientos de camiones que circulan por carretera, lo cual supone una reducción de la congestión del tráfico, la contaminación y los accidentes en toda Europa. Transferir el tráfico de mercancías de las carreteras a la red de ríos y canales beneficiaría a todos los ciudadanos de la Unión”.
Para Ivanova, “diez años después de que la UE lo declarara como prioridad, el desarrollo de este modo de transporte aún está por detrás del transporte por carretera y ferrocarril. Para lograr una Europa conectada con una estrategia de transporte sostenible es necesario que la UE realice un mayor esfuerzo por mejorar sus vías navegables interiores y equilibrar la proporción entre carreteras, ferrocarril y vías navegables”.
Cabe recordar que el transporte por vías navegables interiores constituye, junto con los efectuados por carretera y por ferrocarril, uno de los tres principales modos de transporte terrestre. Las mercancías son trasladadas en buques por vías tales como canales, ríos y lagos, entre puertos y embarcaderos fluviales.
En este sentido, desde 2001, la Unión Europea se propone transferir el tráfico de las carreteras a modos de transporte más respetuosos con el medio ambiente, como sería el efectuado por estas vías, a causa de los beneficios que pueden obtenerse gracias a la reducción de costes y de la contaminación y a la mayor seguridad del transporte. Sobre este punto, en las estrategias de la UE se tiene en cuenta la eliminación de cuellos de botella en las infraestructuras como requisito clave para el desarrollo de la navegación interior en Europa.