La Polícia Nacional y la Guardia Civil informaron de los hallazgos en San Fernando y Conil de la Frontera respectivamente al Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima (COVAM) de la Armada, que ordenó a un equipo de desactivado que se desplazara hasta la zona. Los agentes establecieron un perímetro de seguridad y cortaron los accesos afectados a la playa.
El proyectil localizado en San Fernando, que se encontraba completamente cubierto de escaramujo, fue trasladado a distancia hacia un punto donde realizar las tareas de desactivado con más seguridad. En este emplazamiento, mediante el empleo de cargas especiales, se abrió el artefacto con el objeto de producir una detonación controlada. No obstante, tras la apertura se constató que éste carecía de carga explosiva por ser un proyectil de prácticas.
Por su parte, el artefacto hallado en Conil de la Frontera, que se identificó como un antiguo proyectil iluminante espoletado, también fue trasladado a distancia para proceder a las labores de desactivado con mayor seguridad. La neutralización se llevó a cabo mediante la quema controlada del agente iluminante del proyectil durante su apertura, con el fin de evitar una detonación. De esta forma, la onda sonora es menor y no se producen esquirlas, evitando así posibles daños medioambientales y a instalaciones.
Una vez finalizadas las intervenciones y limpiados los restos, los agentes de seguridad restablecieron los accesos a la zona.
Las Unidades de Buceo de la Armada cuentan con personal especialista en desactivación de artefactos explosivos submarinos (EOD) y buceadores con especialización en técnicas de inutilización de minas y artefactos explosivos. Esta actividad, en el ámbito marítimo, es competencia exclusiva de la Armada.