En esta jornada de trabajo se analizó de manera pormenorizada el cuestionamiento de la UE hacia los sistemas de estiba de España y Bélgica, así como los posibles escenarios, una vez se conozca la resolución del Tribunal de Luxemburgo el próximo 11 de diciembre.
IDC acordó celebrar un encuentro europeo, organizado por Coordinadora y el sindicato belga ACV, para estudiar y cuestionar la estrategia de la UE que crea una mesa de diálogo social integradora, de la que forman parte todos los agentes sectoriales, “pero que sólo se ocupa de los temas de menor trascendencia, las cuestiones legislativas, que sí definen las líneas maestras de su política, las impone a través de los tribunales”.
Todos los países asistentes mostraron de manera fehaciente su malestar por esta manera de actuación de Europa cuyo objetivo claro “es la desregulación del sector y la precarización de las condiciones de trabajo en los puertos”.
Otro de los puntos importantes del orden del día de la reunión de IDC fue el análisis de la privatización de la Autoridad Portuaria de El Pireo. Se acordó que en diciembre todas las organizaciones afiliadas a IDC enviarán cartas a las embajadas griegas de cada uno de sus países en las que manifestarán su preocupación por las políticas privatizadoras del Gobierno del país heleno. El grupo de trabajo pudo tener un primer contacto con los trabajadores de la terminal de Cosco, que les solicitaron colaboración para mejorar la prevención y la formación en su trabajo.
Durante este encuentro europeo también se examinó la situación de Portugal: la realidad del puerto de Sines, el problema de la contratación del segundo pool de trabajadores en Aveiro y se revisó el acuerdo de Lisboa. En este último punto detectaron el incumplimiento de varios de los pactos rubricados en aquel documento, por lo que IDC se pondrá en contacto con las autoridades portuguesas para que se corrijan esas desviaciones.
Ayer, Manuel Cabello, representante de Coordinadora, acompañó al coordinador general de IDC, Jordi Aragunde, a una reunión con el presidente de la Federación Sindical Mundial, (cuya sede central está en Atenas), George Mavrikos, en la que compartieron los problemas originados por las “políticas desreguladoras” de Europa, y adquirieron un compromiso de colaboración, tanto con IDC, como con Coordinadora.