La patronal calificó como “monstruosas falsedades” las recientes denuncias de Greenpeace contra la flota de altura de la Unión Europea (UE) y contra la flota española en particular.
La organización ecologista difundió esta semana el informe Buques monstruos, una lacra para los océanos, en el que clasifica a cinco barcos pesqueros de España entre las 20 embarcaciones más destructivas de la UE.
De estos cinco buques, dos son de Galicia -Eirado do Costal y Playa de Tambo-, y los otros tres del País Vasco -Albacora Uno, Albatún Tres y Txori Argi-.
Cepesca aclara que no hay “barcos monstruos” porque el tamaño de las embarcaciones es irrelevante para evaluar el impacto de su actividad sobre las poblaciones de peces y el ecosistema. El tamaño se regula en base a estudios científicos sobre el estado biológico y la vulnerabilidad de los ecosistemas marinos a través de Organizaciones Regionales de Pesca (ORP) y de la propia administración comunitaria y española.
El tamaño de los buques se debe más a las infraestructuras necesarias para el procesado, la congelación y la seguridad a bordo, añade.
Según la Confederación, la legislación europea sobre el control de la actividad pesquera “es la más estricta del mundo”, con una vigilancia y monitorización constante mediante sistemas de localización (VMS), embarque de observadores a bordo y control satelital de capturas mediante el diario electrónico de a bordo.
Por ello, sostiene que la flota pesquera de la UE -de altura y bajura- puede presumir de ser la más controlada y regulada del mundo. Inclusive, algunos segmentos cuentan con medidas de control adicionales, como por ejemplo, la flota cerquera atunero-congeladora, cuya cobertura es del 100 % de observadores a bordo y sistemas de observación electrónica.
Además, los buques de larga distancia operan con licencias de pesca, tanto privadas como en el marco de los acuerdos bilaterales, negociados y firmados entre la UE y los países costeros.
Esos convenios conllevan una contrapartida económica y apoyo financiero, y determinan:
– La cantidad de embarcaciones comunitarias permitidas en aguas de países terceros;
– Las capturas disponibles;
– Las zonas de pesca permitidas;
– El respeto de las condiciones establecidas en cada protocolo es supervisado estrictamente por la UE y los terceros países.
Cepesca y las asociaciones a las que representa también destacan su firme compromiso en la lucha contra la pesca ilegal, no regulada y no reglamentada (IUU).
Las protestas del sector pesquero se suman al rechazo expresado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). En opinión del Gobierno español, Greenpeace muestra un profundo desconocimiento de la realidad actual de las flotas pesqueras española y comunitaria, y de las normas de conservación, gestión y control a las que están sometidos.
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