EL MUNDO. Saca músculo el sector náutico, que ha anclado en el Port Vell de Barcelona hasta 650 embarcaciones, 70 de ellas novedades para la próxima temporada. La tendencia es clara: ganan terreno los barcos de pequeña eslora, más asequibles para el gran público. También suman aficionados deportes como el surf, el paddle surf o la vela ligera, mientras que el gran lujo conserva su parcela.

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Que el tsunami de la crisis remite se percibe a simple vista, con un aumento del 17% en stands hasta reunir a 250 expositores y astilleros hasta el domingo en los muelles de Espanya y de la Fusta de la capital catalana.

Un escaparate de embarcaciones para todos los gustos y bolsillos, desde las más económicas, como neumáticas, semirrígidas o tablas de windsurf, hasta los exclusivos yates. Es decir, desde barcos que cuestan apenas 3.000 euros a buques que sobrepasan los cuatro millones.

Un aumento de espacio que puede traducirse en un crecimiento de público. En total, se esperan entre 50.000 y 55.000 visitantes en los 52.000 metros cuadrados de exposición, un 30%más que el año pasado en superficie bruta.

A diferencia del año anterior, el Salón durará un día más para aprovechar el viento a favor de las ventas, que han crecido un 12,8% de enero a septiembre de 2014 respecto al mismo período del año anterior. Según los últimos datos de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN) hasta el mes de septiembre se han matriculado 3.756 unidades.

 

 

http://www.elmundo.es/cataluna/2014/10/16/543ed6af268e3ee5648b456b.html

 

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