Los pocos pesqueros de Algeciras que ayer volvieron a intentarlo regresaron un día más con las manos vacías, mientras que los que cuentan con permiso para faenar en el Estrecho, optaron por seguir explotando el caladero nacional. Pero esa salida sólo la tienen los tres palangreros de Barbate y dos algecireños, el resto no dispone de autorización. Los armadores gaditanos mostraron una vez más su indignación y dijeron sentirse «cada vez más abandonados». Así lo explicaba ayer Francisco Jiménez, técnico de pesca de la embarcación ‘Mis Cachorros’, que ayer permanecía amarrada a puerto. «Hemos vaciado el tanque de gasoil, que llenarlo vale más de mil euros, y no hemos pescado casi nada», lamentó. Según dijo, «ahora viene la cuota de la Seguridad Social y hay que pagarle algo a la gente que va contigo, que se come los madrugones y hace el esfuerzo».
Los pesqueros gaditanos sólo han vivido una jornada de tranquilidad en el caladero marroquí desde que recibieron los permisos. Fue el pasado viernes, que coincidió con el día de rezo, y sólo uno de los buques del país vecino caló en la zona sin que se produjeran nuevos incidentes.
El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torres, aseguró el pasado lunes que «siguen las negociaciones» con el Ejecutivo marroquí, al que se le está planteando la posibilidad de repartir el caladero para evitar problemas. Sin embargo, los pesqueros gaditanos dudan de la medida, ya que «ellos nos quieren mandar a la parte norte, donde apenas hay pesca y seguiríamos en las mismas», critican.
Primer día para los cerqueros
A lo largo de esta semana estaba prevista la incorporación de los barcos de cerco a las aguas norteafricanas y de la flota artesanal de Conil, que pasó la inspección técnica en Tánger el pasado fin de semana. Los primeros en hacerlo han sido dos cerqueros barbateños que se han estrenado sin problemas, como confirmó el presidente de la Asociación Barbateña de Empresarios de Pesca (Abempe), Tomás Pacheco, tras admitir que «iban con cierto recelo ante la mala experiencia de sus compañeros de palangre». Sin embargo, aseguró que la jornada transcurrió sin problemas, porque «la zona en la que faenan es más amplia y no se han encontrado con otros barcos». También recordó que para esta modalidad la competencia es menor por el espacio. Pacheco señaló que «en acuerdos anteriores siempre ha habido entendimiento con la flota de cerco marroquí e incluso colaboración entre ambos». Sin embargo, los episodios vividos esta última semana han sembrado el recelo entre los armadores que aún no han tramitado la licencia y alguno se plantea incluso no pedirla para el cuarto trimestre.
Pero la prohibición de la pesca de la sardina decretada por el Ministerio deja pocas opciones. Este portavoz del colectivo barbateño participó ayer en la reunión que la consejera de Agricultura y Pesca, Elena Víboras, mantuvo con los representantes del sector andaluz sobre este asunto. Pacheco aseguró que «el boquerón se va acabando y no podemos coger ni guardar cuota para otros años» como tenían previsto. Sobre las posibles salidas, aseguró que lo que se plantea sería por la vía de las ayudas públicas, aunque no se llegó a definir cómo se llevarían a cabo ni a cargo de qué presupuesto.
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