DIARIO DE CÁDIZ. El pasado lunes, representantes de cuatro empresas se reunían en el astillero de Navantia en Puerto Real. Entre las cuatro tendrán que decidir cuándo y cómo se inicia la construcción del que, hasta el viernes, cuando se anunció el contrato de Iberdrola, era el único salvavidas de los 600 trabajadores de una plantilla que lleva más de 30 meses sin poder desarrollar su labor. El conocido como quinto gasero apunta a ser un hito de ingeniería y poder tecnológico, nada conocido con anterioridad. Ese buque, de 170.000 toneladas de capacidad, fue encargado por Gas Natural a la empresa Knutsen, el armador con el que Navantia y SEPI negocian para intentar cerrar cuanto antes un contrato que dé al traste con la inactividad en este astillero.

Pero el contrato tiene sus ‘cláusulas’. Según ha podido saber este periódico, de los dos millones de horas de trabajo que plantea su construcción, en el astillero de Puerto Real se trabajará en aproximadamente 1,7 millones. El 30% restante se compartirá con el antiguo astillero de Sestao, hoy astillero La Naval. De ese 30%, la mitad también se trabajará en las instalaciones puertorrealeñas y, además, con subcontratación de la zona. Sólo algunos ‘mandos’ de Sestao dirigirán esas operaciones. De este modo, el dique gaditano albergará el 85% del trabajo total.

La elección de La Naval se debe a que desde su salida del grupo público de construcción naval, tras la reconversión de 2004 de la que nació Navantia, el astillero del norte del país se ha especializado en uno de los trabajos que necesitarán este barco: el sistema de tuberías que consiguen llevar a buen puerto el trasiego de combustible en el buque. Claro que esta parte del trabajo será reflejada en un contrato que tendrá que salir a licitación, pero debido a su especialización se confía en que sea el dique de Sestao quien lo consiga. Así, en lugar de que otro astillero internacional pudiese optar a esta labor, las partes implicadas prefieren apostar por esta colaboración que, por otra parte, no es nueva.

De hecho, en los trabajos de construcción de gaseros llevados a cabo por la antigua Izar hace una década, Sestao y Puerto Real (entonces ambos dentro del grupo público) se repartieron la faena y se construyeron a partes iguales. El último que salió de la Bahía fue, precisamente, el Cádiz Knutsen.

Esta línea de trabajo, según fuentes consultadas por este periódico, podría suponer un revulsivo a la hora de lograr nuevos encargos, nacionales e internacionales, ya que entre ambos astilleros poseen la tecnología y las instalaciones necesarias y mejor preparadas para ello.

Al respecto, hace sólo unos días el presidente del comité intercentros de Navantia, el isleño José Antonio Oliva, comentaba que “no hay otro buque gasero en el mundo” como el proyectado por Navantia para Gas Natural, que consumiría menos combustible que los que se están construyendo en astilleros asiáticos: comprende un gasto de combustible de 93 toneladas de gas al día, mientras que los que se están construyendo en los astilleros de Japón y Corea del Sur gastan 130 toneladas al día. Oliva resalta que se trata de un proyecto técnico “importante tecnológicamente hablando”, y que es “novedoso e innovador”, por lo que asegura que el buque gasero proyectado, que se construiría en los astilleros gaditanos, “no va a tener gemelos”.

Oliva dijo que los trabajadores de los astilleros gaditanos “tienen bien claro que en la Bahía de Cádiz se pueden hacer buenos barcos, como las corbetas de los Buques de Acción Marítima, que no hay otras como ellas en el mundo”. Además, incidió en la “alta tecnología” y el “valor añadido” de la oferta de Navantia, refiriéndose al futuro diseño de la F-110 como “un barco revolucionario”.

Sobre el buque gasero, Oliva manifestó que “se ha dado una vuelta más y se ha hecho un excelente trabajo en la parte técnica, y así se ha valorado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y Knutsen, y parece que también por Gas Natural”. “Ahora hace falta que cuaje ese contrato y que sea una buena carta de presentación para afrontar nuevas acciones comerciales”.

Mientras tanto, a la espera de que se anuncie la firma del contrato, la plantilla del astillero puertorrealeño sigue sin faena, así como la industria auxiliar, esa que, como reza en uno de los símbolos de sus protestas, es capaz de generar más de 12.000 contratos en la Bahía de Cádiz cuando el astillero está a pleno rendimiento.

 

http://www.diariodecadiz.es/article/provincia/1790302/puerto/real/y/sestao/unidos/por/gasero.html

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