El astillero gana posiciones en el mercado mundial de las reparaciones y confía en sellar cuatro contratos antes de mayo
Este buque de transporte de mercancía a granel, que fue elevado a la grada con la pleamar, pertenece a una armadora holandesa, Es precisamente en Holanda y en Alemania en donde Factoría centra, en una primera fase, su apuesta por posicionarse en el mercado internacional de las reparaciones navales en donde, poco a poco, está ganando terreno.
El astillero confía en poder sellar hasta cuatro contratos antes de que finalice el primer cuatrimestre del año, uno de ellos especialmente beneficioso para los intereses de la empresa ya que se trata de una reparación con transformación incluida. “Estamos muy bien posicionados, somos bastante optimistas” indican desde este astillero radicado en el puerto de Marín.
Certificaciones de calidad
No es ajeno a la consolidación de Factoría Naval como referente en el mercado de la reparación de barcos, la recuperación del crédito empresarial, dañado en la grave crisis que sufrió en el año 2010. Una recuperación que avala con más de una docena de trabajos realizados “con seriedad, calidad y en tiempo” a lo largo del pasado año y que ahora recibe un nuevo impulso de la mano de la sociedad calificadora Lloyd´s Register que acaba de renovar las certificaciones de calidad de la compañía en gestión, salud y seguridad laboral y gestión medioambiental.
De acuerdo con la información facilitada ayer por la dirección de Factoría Naval, el astillero puede exhibir la certificación ISO 9001: 2008 que acredita la calidad de su sistema de gestión; la OHSAS 18001: 2007 que valida el plan de salud y seguridad laboral de la empresa y la ISO 14001: 2004 que certifica que la actividad del astillero se rige por una gestión medioambiental sostenible.
“Son acreditaciones reconocidas que demuestran que trabajamos con unos estándares de calidad exigentes” explican fuentes de Factoría Naval.
Megavelero a flote
Por otra parte operarios de Factoría dan los últimos retoques a los trabajos preparatorios -pintado y protección del casco- para poner a flote el megavelero que iba a dedicarse a cruceros de lujo con el nombre de Ocean Cloud Hussar (unidad 158) dejando de esta manera expedita la vía que ocupa, la de mayor manga del astillero. Según las previsiones manejadas por la empresa marinense esta puesta a flote se hará en el mes de marzo.
El objetivo declarado de este operativo es liberar espacios en las instalaciones portuarias cara a la contratación de nuevos trabajos de reparación de buques o llegado el caso de construcción naval.
La construcción de lo que iba a ser un megavelero de lujo con fines turístico-recreativos está paralizada desde hace casi dos años, ocupando una vía de forma innecesaria. Había sido contratado en su día por una armadora alemana pero por los avatares derivados del proceso concursal en el que estuvo inmerso Factoría Naval hace tres años pertenece a Bankia. A día de hoy la unidad 158 está en venta.