Su presidente reconoce a la plantilla que la situación es «muy grave» y se encomienda al posible acuerdo con Gas Natural para construir cuatro gaseros
LA VOZ DIGITAL, 12 Sep. (Cádiz).- En este sentido, detalló una por una todas las acciones comerciales que ha llevado a cabo la empresa en el exterior durante los últimos años para conseguir contratos. Revuelta indicó, al respecto, que la compañía «ha hecho todos sus deberes y ahora solo queda esperar». Insistió en que la decisión de que un gobierno firme o no un contrato de construcción naval depende de factores que rozan más lo político que lo empresarial.
Indicó que el concurso abierto por Turquía para construir un porta-aeronaves, similar al ‘Juan Carlos I’, se ha retrasado hasta final de año y no está claro que el Gobierno turco tome una decisión en esa fecha. En cuanto a la intención de Brasil de renovar su flota, el ejecutivo que preside Dilma Rouseff parece que está más volcado en las inversiones que tiene que afrontar para el Mundial de 2014 y las olimpiadas de 2016 que en una operación naval.
No son los únicos contratiempos. La abdicación del emir de Catar en su hijo también ha enfriado el concurso abierto por el emirato para la construcción de once buques de guerra. Alemania, Francia y Holanda también pujan por este contrato. Se espera que el Rey Juan Carlos visite Catar para impulsar la oferta de Navantia.
Los representantes de los trabajadores escucharon con preocupación los argumentos de la empresa y las expectativas que se avecinan si la carga de trabajo no llega antes de que acabe al año. El propio presidente de Navantia se ha encomendado al posible contrato que se puede suscribir con Gas Natural para la construcción en 2014 de cuatro gaseros. El Gobierno español, a través del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, está negociando para que este contrato se quede en España y no se adjudique a astilleros extranjeros. Revuelta insistió en que Navantia es «viable» y lanzó un mensaje de «confianza», aunque la plantilla tiene los ánimos por los suelos.
