El comandante director de la Escuela Naval de Marín, Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo, repasó la historia de la Escuela Naval en Marín con motivo del 70 aniversario de la institución en la villa marinense

 

cmefoto02f“En estos 70 años, en Marín nos hemos sentido siempre como en casa”

FARO DE VIGO, -Se cumplen setenta años del establecimiento de la Escuela Naval Militar en Marín, se puede decir que ya forma parte de la ciudad.

– Efectivamente, yo creo que la Escuela Naval desde que llegó aquí hace setenta años se ha convertido en una parte imprescindible de la villa de Marín. Como ha dicho la alcaldesa en muchas ocasiones, Marín tiene dos grandes activos que son la Escuela Naval y el Puerto. Cuando llegamos nosotros aquí, el puerto era una entidad muy pequeñita que ha ido creciendo afortunadamente, pero la Escuela Naval ha mantenido un status de gente e instalaciones, no digo incambiable porque ha ido mejorando y adecuándose a los nuevos tiempos, pero que desde hace setenta años forma parte de Marín y muchos marinenses han trabajado aquí. No hay marinense, prácticamente, que no tenga un pariente que no haya estado trabajando en la Escuela Naval.

-En este período, ¿qué aportó la Escuela Naval a la ciudad?

– La Escuela Naval aporta a la ciudad que cada año ingresen aquí nuevos aspirantes, que cada año salgan nuevos oficiales. Los actos que aquí se celebran en el Día del Carmen, que son la entrega de despachos y la jura de bandera, prácticamente todos los años han acudido miembros de la Familia Real y eso provoca que la Familia Real conozca Marín y esté en contacto con las vicisitudes de Marín, además tienen la oportunidad de alternar con las autoridades locales, estar al tanto de la situación de Marín y de sus peculiaridades y eso es importante para la ciudad. Si Marín es conocida en muchas partes del mundo, no me cabe duda que, aparte de por su calidad, es porque la Escuela Naval está aquí.

– Y al contrario, ¿cómo contribuyó Marín al progreso de la Escuela Naval Militar?

– Marín aportó a la Escuela Naval una magnífica acogida y no solamente se remite al año 1943, año en el que llegó aquí la Escuela, sino que desde principio del siglo XX, desde que la Armada decidió instalar aquí una base naval e instalar luego un polígono de tiro, siempre Marín ha dado una acogida a la Armada, es una faceta digna de agrado y agradecimiento porque nos hemos sentido siempre como en casa, muy acogidos y como parte de la ciudad de Marín.

-En estos setenta años, ¿cómo ha evolucionado la Escuela?

– No solo setenta años, la Escuela Naval tiene tres siglos de historia. Empezó en 1717, en diferentes etapas, en Cádiz, en San Fernando, a flote… y su última etapa, y la más larga hasta ahora, es la que ha tenido lugar en Marín. Se ha ido transformando la enseñanza en la Armada para adecuarla a cada siglo a cada época, a cada tiempo. La formación ha pasado de ser puramente astronómica y de estima a una formación electrónica. Las asignaturas que se han ido estudiando desde el año 48 hasta ahora no tienen nada que ver con las de hace 70 años. Hemos adaptado la enseñanza, la última adaptación importante que hemos tenido es la implantación en Marín del nuevo Centro Universitario de la Defensa, que imparte en la Escuela Naval un grado de ingeniería mecánica.

-Muchos jóvenes desean ingresar en la Armada, ¿qué les diría?

-La Armada se encuentra ahora mismo en un momento de demanda por parte de la juventud. El último que ha entrado este año, ha entrado con una nota de 10,9 en selectividad sobre 14, con lo cual da una idea de lo requerida que está. Como decía antes, ofrece multitud de oportunidades, desde ser piloto de aeronaves, a ser submarinista, a hacerte científico en el laboratorio de la Armada, a navegar en nuestros barcos, en nuestras fragatas en la operación Atalanta como estamos haciendo ahora, ser profesor de la Escuela Naval… tienes garantizada una cantidad de oportunidades distintas que pueden llenar o abarcar los intereses de la juventud y yo creo que es un auténtico privilegio.

 

– También entraña algún riesgo, ¿no es así?

– No riesgo no, lo que trae es un gran compromiso. Riesgo ninguno, salvo que entremos en conflicto, que Dios no lo quiera. Pero lo que si demanda es un enorme compromiso. Estamos para servir a España y a la sociedad cualquier día del año, a cualquier hora del día.

– A la sociedad marinense le gustaría disfrutar de las instalaciones deportivas de la Escuela Naval, ¿cuál es la postura de la institución ante esta petición?

– La Escuela Naval, siempre que cualquier entidad pide el uso de nuestras instalaciones y que es compatible con la actividad de la Escuela Naval, siempre se han dejado. Prueba de lo que digo es que multitud de clubes han entrenado en nuestras instalaciones.

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