La Comisión Océano Mundial, una iniciativa independiente de alto nivel que busca frenar la degradación del océano, ha propuesto que todos los barcos que circulen en alta mar lleven números de identificación y puedan ser monitorizados por satélite o medidas equivalentes.

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Aseguran que los barcos involucrados en acciones delictivas cambian de nombre y los Estados del pabellón dónde queda legalmente registrado el buque no los detectan

Naciones Unidas, 8 Jul. (EFE).- “En el siglo XXI, mientras los Estados se preocupan por la seguridad de sus fronteras y ciudadanos, parece increíble que hayan dejado un vacío tan grande por el que puede pasar un buque pesquero cargado, por ejemplo, de explosivos”, dijo el expresidente de Costa Rica José María Figueres, que preside la Comisión Océano Mundial.

Los miembros de la comisión, establecida en febrero pasado y entre los que destacan el ministro de Exteriores británico, David Milliband, y el ministro de la Presidencia de Sudáfrica, Trevor Manuel, se reunieron este fin de semana en Nueva York para debatir sobre las mejores estrategias para frenar la degradación del océano.

Actualmente, sólo los buques de pasajeros y los grandes buques mercantes están obligados a llevar números únicos e intransferibles de la Organización Marítima Internacional (OMI), así como equipos para el monitoreo de sus movimientos en tiempo real, recordó la comisión en un comunicado.

Sin embargo, otros barcos que circulan en alta mar, las aguas internacionales que suponen casi la mitad de la superficie del planeta, no tienen la misma obligación y la ONU ya advirtió que esto facilita el tráfico de personas, drogas y armas, así como la pesca ilegal.

“Todavía quedan detalles por resolver, por ejemplo el coste de los sistemas de monitoreo. Pero si tenemos en cuenta los datos que nos han expuestos, no creemos que esto vaya a ser un obstáculo mayor. Está claro que en nombre de la seguridad de los ciudadanos del mundo es el momento de llenar este vacío”, indicó Figueres.

Después de los atentados de Bombay en 2008 en los que un barco de pesca fue asaltado en alta mar, la India obligó a todos los pesqueros y otros barcos que pasan por sus aguas nacionales a llevar un sistema de monitoreo y otros muchos países están considerando adoptar esta medida.

“Los Estados son conscientes del problema que esto supone para su seguridad, y muchos lo combaten ya en sus propias aguas nacionales. Pero en alta mar es otra historia”, lamentó, por su parte, el ministro sudafricano, quien recordó actividades criminales como la piratería, el tráfico de drogas o la pesca ilegal.

Por su parte, el jefe de la diplomacia británica reiteró que la identificación y monitoreo de los buques mercantes debería ser obligatoria, ya que contribuiría a mejorar los derechos humanos y a la sostenibilidad de la pesca, y recompensaría a los que actúan dentro de la ley “penalizando a los que no lo hacen”.

En 2011, un informe sobre pesca ilegal de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito describió casos de “pescadores retenidos como prisioneros de facto” en el mar, y advirtió que “un aspecto preocupante de esta forma de explotación es la frecuencia con la que se da el tráfico de menores en la industria pesquera”.

Por último, explicó que los barcos involucrados en acciones delictivas cambian de nombre y los Estados del pabellón dónde queda legalmente registrado el buque no los detectan, una situación que según la comisión, no se daría con un número de identificación único e intransferible de la OMI.

La Comisión busca convertirse en órgano consultivo de referencia para la ONU en materia de restauración de los ecosistemas marítimos, analiza las amenazas sobre aguas internacionales y hará públicas sus conclusiones en 2014, año en que la Asamblea General comenzará a debatir medidas para proteger la biodiversidad en alta mar.

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