Álvaro Platero Díaz, presidente de Astilleros de Gondán, S. A. y de Pymar, representa a la cuarta generación de una familia que se dedica a la construcción naval en Figueras (Cudillero) desde finales del siglo XIX. Hace 22 años tomó el timón de Gondán, una empresa con cerca de 300 trabajadores y que factura entre 70 y 100 millones de euros al año. 

 «Bruselas resolverá el ‘tax lease’ antes de Semana Santa y una vez que ocurra empezaremos a salir del agujero» 

EL COMERCIO, 04 Mar. (Gijón).- Desde febrero de 2011 también preside Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (Pymar) que, de hecho, es la patronal del sector naval. Su bisabuelo, carpintero de ribera y natural de Gondán, un pueblo del interior próximo a Ribadeo, decidió instalarse al borde del mar, en Figueras, y crear la empresa que ahora construye buques de apoyo a plataformas petrolíferas, remolcadores y patrulleras. Platero es también propietario de Peruyeira, S. A, la segunda mayor ganadería del Principado, con 300 cabezas de ganado y una producción de un millón y medio de litros de leche al año.

-¿Por qué los astilleros asturianos han aguantado tan bien la actual crisis?

-Sobrevivimos porque Armón consiguió muchos contratos de barcos pequeños y de pesqueros sin ‘tax lease’ y nosotros contratamos el último buque con ‘tax lease’ y el primero que puede ir con el nuevo sistema. Armón incluso está poniendo en marcha el astillero de Gijón, lo que tiene muchísimo mérito.

-¿Tiene futuro el sector naval español?

-Si. Yo creo que estamos saliendo del agujero. Hay astilleros en situación muy complicada pero si logramos que se despeje el nuevo ‘tax lease’ tenemos futuro sin lugar a dudas. En general estamos en bastante buena situación.

-¿En qué basa ese optimismo?

-En que todos los astilleros españoles somos tremendamente competitivos en Europa y en el mundo. Tenemos gran capacidad y estamos a la cabeza en lo técnico, en lo económico, en la capacidad productiva y en todo en general.

-¿Sopla barlovento en el sector naval español?

-Pueden ser las ganas de salir adelante que todos tenemos, pero ahora estamos mejor. Se empieza a notar que hay pedidos y recibimos peticiones de ofertas. Cuando podamos competir en igualdad de condiciones con los demás países y la situación económica mejore un poquito, sin duda el sector naval va a tener un futuro muy brillante.

-¿La espada de Damocles del ‘tax lease’, su anterior sistema de bonificaciones fiscales, no había quedado superada ya?

-El asunto está a punto, pero aún no se ha resuelto por completo. Tenemos un nuevo esquema aprobado y estamos a la espera de que la Comisión Europea cierre el expediente definitivamente.

-¿No pueden hacer contratos todavía?

-No. El nuevo sistema está aprobado, pero el expediente del viejo aún no. Estamos en negociaciones con Bruselas para que el expediente se cierre sin sanciones y sin devolución de las ayudas anteriores. Ocurrirá en dos o tres semanas, probablemente en Semana Santa.

-¿Les impondrán una penitencia?

-Esperemos que no.

-¿Qué ocurrirá si la CE decide que hay retroactividad y que tienen que devolver los 7.800 millones de euros de bonificaciones?

-Que cerraremos todos los astilleros españoles. Está en juego la supervivencia del sector y si hay que devolver ese dinero eso acabará con los astilleros. Cerraremos y no quedará un astillero en España.

-El anterior sistema les bonificaba con hasta el 30% del coste de los buques, un porcentaje elevado ¿Cuanto será el nuevo?

-No se sabe todavía. Depende del ministerio de Hacienda.

-A la crisis económica que padecen todas las empresa a ustedes les dieron, además, el rejón del ‘tax lease’ ¿Por qué?

-Se produjo por una denuncia de las asociaciones de astilleros europeos, fundamentalmente Holanda, seguida de otros países, que denunciaron el sistema ante la Unión Europea. El comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, abrió un expediente y desde ése momento se paralizaron las ayudas. Llevamos dos años así.

-¿Fue una denuncia injusta?

-Absolutamente. En muchos países de Europa se aplica algo parecido o más, entre ellos Holanda. Bajo mi punto de vista fue un asunto puramente comercial. En este tiempo el mercado español perdió 50 contratos de barcos y si miramos la cartera de pedidos de los astilleros holandeses y noruegos da la casualidad de que justamente ellos contrataron 50 barcos más de los habituales. A cambio, en España hay varios astilleros en concurso de acreedores. Estar dos años sin contratar es muy duro.

-¿Por qué se tardó tanto en enderezar este asunto?

-La burocracia europea y la burocracia española son complicadas y es difícil luchar contra los políticos, contra los burócratas y contra ese mundo. Desde la industria somos mucho más ágiles y mucho más rápidos.

-¿Qué es Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (Pymar)?

-Una empresa, un órgano de gestión que engloba a todos los astilleros privados. Funciona como si fuese una asociación de astilleros y en su consejo de administración hay presencia pública, ya que está el ministerio de Industria y las consejerías de Industria de Asturias, Galicia y el País Vasco.

«La banca, precios salvajes»

-Un asturiano ocupa por vez primera desde 2011 la presidencia de Pymar y usted accedió a ese puesto en un momento realmente convulso para el sector.

-Cogí la presidencia de Pymar en un momento crítico y hubiera quebrado si no hubiéramos hecho los movimientos, las gestiones y el saneamiento drástico que hicimos.

-¿Corrió riesgo Pymar?

-Sí. Hace dos años estuvo en riesgo de desaparecer. Acepté la presidencia por ese motivo, porque la situación era muy crítica

-¿Por qué salió tan mal el proceso de privatización de los astilleros españoles donde estaba Juliana?

-Porque se los adjudicaron a astilleros que estaban con problemas como Vulcano y Huelva. Al final, los cuatro astilleros entraron en concurso de acreedores y no salió demasiado bien, no salió nada, esa es la verdad. Tanto Juliana como Sevilla acabaron en quiebra y al final, tras la liquidación, Juliana fue adjudicada a Armón Ahora está en buenas manos y saldrá adelante. No ocurre lo mismo con el astillero de Sevilla.

-¿Tiene futuro Juliana?

-Sí alguien puede sacar ese astillero adelante es Armón. El astillero está en las mejores manos posibles

-¿Cómo son sus relaciones con el gobierno del Principado?

-Buenas. Que el consejero de Economía y Empleo vuelva a ser Graciano Torre para nosotros fue una satisfacción muy grande porque nos conoce. Es consejero de Pymar y está perfectamente al día de lo que pasa. Es una suerte para nosotros.

-¿Sigue sin fluir el crédito bancario?

-La banca tiene precios salvajes y condiciones durísimas. Hace falta un proceso de estabilización. Hemos pasado una época complicadísima a nivel bancario y ahora vamos hacia la estabilización y por eso esperamos que los precios y los costes se estabilicen también y pueda haber más créditos y más avales.

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